miércoles, 17 de noviembre de 2010

Andalucía gran autonomía

Como no soy ni catalán sino de Granada, me puedo permitir el lujo de criticar a los andaluces. Mucho me temo que Puigcercos tiene razón, en Andalucia no paga ni Dios. Quitando los cuatro empresarios del Ejido y algún despistado más.

Es que no paga ni la Duquesa de Alba, que debe vivir de las subenciones de la Unión Europea. Y ya es sorprendente que una comunidad tan rica sea tan parasitaria. Empezando por el PER, que sin duda tuvo su función cuando se creo dada la diferencia abismal de rentas que existia entre las regiones españolas. !Pero es que se mantuvo cuando en España había practicamente pleno empleo y venían aquí dos millones de emigrantes! ¿Por qué?

El mal de andalucia es el cancer que corroe España, digase autonomías. Ese gran invento de la Transición que iba a solucionar todos los problemas de España, conjurar el separatismo y acercar la administración al ciudadano.

Al final el separatismo está mas fuerte que nunca y la administración solo se ha acercado a unos pocos, a una red clientelar corrupta y parasitaria. En todas la autonomían, no se salva ni una y menos que nadie Cataluña, que todavía vive de las rentas pero que cada vez va mas para abajo.

E igual que criticamos el catalán como arma politica del separatismo, no podemos dejar de criticar también al simpatico acento andaluz, promovido descaradamente por la Junta. Me parece muy bien el acento, pero el idioma es el español y se supone que ha de servir para hablar igual entre españoles como con argentinos, chilenos o mejicanos. Si empezamos a primar variedades exóticas vamos mal.

1 comentario:

  1. Recuerda que mi ex es sevillano, así que yo también estoy harto informada de como va el patio en Andalucía.
    En efecto, el chanchulleo es lo habitual.
    Yo he visto casas de la familia y amigos que por dentro -por dentro- son verdaderos palacios. Muebles y lámparas que valen un riñón, un ojo y parte del bazo. Aire acondicionado hasta en el baño, etc.
    Por fuera no, todo es normalito, sin salirse del resto de la calle, no se vaya a enterar alguien...
    Aunque también tienen chalet -allí, a un kilómetro, a las afueras-, con piscina de cine y todo lo que se te ocurra. Se van de vacaciones a donde les da la gana, sin mirar precios.

    ¿En qué trabajan? En nada, son parados.

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