No deja de ser curioso que hoy, día de la Tierra, sea también el de la muerte de Jesucristo.
Jesús resucitará el domingo, pero la Tierra camina inexorable hacia la muerte. Y todo por culpa de Cristo, por culpa de Dios.
Jesús no solo ha fracasado en su labor de redimir al hombre, sino que la religión que creo y se extendió por todo el Imperio Romano, sirvió de inspiración para que otro iluminado creara una similar, el Islam.
Aun siendo nefasto el cristianismo, una reacción habida en el siglo XVI, parecía que iba a imponer cordura. Efectivamente Lutero hizo posible el nacimiento de la Ilustración y el siglo de la razón. Los países protestantes son ricos, prósperos y democráticos. Entre los mas civilizados del mundo. Desgraciadamente estos países dieron un gran impulso a las ciencias, cuya consecuencia es la bomba atómica.
Actualmente el arsenal atómico esta controlado por estados fuertes en todas partes menos en una, Pakistán...y pronto Irán.
La paradoja es la siguiente, la religión crea pobreza por su estimulo de la natalidad y su filosofía de un dios que proveerá. Y aunque el cristianismo ha decrecido mucho en toda Europa y se ha contagiado de la moral calvinista y protestante que tiene a la pobreza como pecado. No ha sido así en Sudamérica, donde hay sobrepoblación, miseria y violencia.
Cabría esperar que la nefasta ideología católica reculará en el mundo a favor de la racionalidad, pero todo indica que no va a ser así. El catolicismo será reemplazado por el Islam.
Y en esto el Islam es peor que el catolicismo, pues la en que dios proveerá, ishalha, y el afán por las familias numerosas, opresión de la mujer, está mas arraigado. La sobrepoblación y la miseria están aseguradas.
No pasaría nada sin fuera porque los protestantes y ateos cientifistas inventaron la bomba atómica.
Pero como todos sabemos la sobrepoblación y la pobreza conducen inexorablemente a la guerra, de hecho ya hay guerra en casi todas las fronteras del islam y lo que no son fronteras. Tarde o temprano estas guerras serán atómicas.
La destrucción de la Tierra está asegurada por culpa de Jesús. El redentor a condenado a muerte a La Tierra y al humanidad.
Es curioso, pero los países de mayoría católica, que son occidentales la mayoría, tal que Italia, España o paises de centro y sur de América, se caracterizan por mayor pobreza que sus homólogos y sobre todo por mucha mayor corrupción y tolerancia hacia ella.
ResponderEliminarEl catolicismo también tiende a fomentar el pensamiento fanático. Ese fanatismo, cuando se abandona la religión, suele volcarse en las ideologías políticas. Por eso han tenido gran predicamento en estos países ideologías como el socialismo y el comunismo.
El Islam es para echarle de comer aparte. Fanatismo y pobreza en grado sumo.
Puesto que me has obligado a hablar en la entrada posterior a esta, voy a hacerlo también aquí, que bastante me he mordido la lengua al leerlo.
ResponderEliminarEs muy fácil echarle la culpa de todo a alguien ya fallecido, alguien que, ni tenía intención de hacer lo de lo que le acusas, ni soñó jamás en ser tan conocido a lo largo de los siglos.
Jesús nunca pidió que se construyese una Iglesia en su nombre. Esto es cosa de los chanchulleros de siempre, los que existen desde hace milenios porque por desgracia, no hay nada nuevo bajo el sol y todo es lo mismo siglo a siglo.
Coges a un tipo muerto que ya no puede hablar y te lo apropias porque era popular. Hablas en su nombre y te montas el quiosco para vivir a cuerpo de rey a costa de los tontos. ¿Lo captas?
Pues esto son todas las religiones, sacerdotes que dicen recibir mensajes divinos y papanatas que se lo creen.
Antes de la Torá hébrea, la Biblia cristiana y el Corán musulmán, ya existía la Creación, el Exódo, el Diluvio, el Arca de Noé... ¡todo! Con otros nombres de los protagonistas, pero existía, extendido por el mundo, en la memoria de tribus ya desaparecidas.
Eran los considerados paganos.
Busca a Constantino El Grande, emperador romano y pagano precisamente, Sumo Sacerdote del Sol Invictus. Verás que fue él quien hizo Dios a Jesús porque era un buen empresario y cuando en Roma ya no se podía vivir por los constantes roces entre las distintas religiones, eligió a la cristiana por tener a más seguidores. Y la impuso. Por cojones.
Ahí empezó la leyenda. Y el negocio.
Constantino no se convirtió al cristianismo sino en su lecho de muerte, y ello contra su voluntad, impuesto por los mismos sacerdotes-payasos que él había creado.
Así que deja en paz a Jesús, que no tiene culpa de nada. Busca la maldad entre los hombres que quieren poder y la encontrarás.
Buen post y buen subrayado de Doña Leona. Los profetas, los "enviados" no suelen ser los malos, sino sus tétricos seguidores.
ResponderEliminarAbrazos!