domingo, 26 de junio de 2011

Para el teniente Colombo, el glamour, solo era una pista !


Hubo una época que para tener cierto éxito en la labor cotidiana y tener aceptación por parte de los que te observaban, no había que ser tan guapo, elegante, tener una buena verborrea y sobre todo glamour. No, No señor o señora. En aquellos años 70 de la televisión única y en blanco y negro, Curro y sus amigos al llegar las 9 de la noche, unas veces los sábados, otras …cualquier día de la semana, corrían hasta el salón de casa para ver a la antítesis de todo eso que hemos hablado. Por supuesto, nuestro héroe, era más natural , más de andar con los pies pisando el suelo, inacabable puro encendido, reloj siempre con problemas y con gabardina “todoterreno”…hablamos del Teniente Colombo.


El actor Peter Falk, que encarnó al detective Colombo en la serie de televisión del mismo nombre, murió á pasada madrugada de l viernes, en Beverly Hills (Los Ángeles, California) a los 83 años, informaron la familia a la cadena de radio local KNX-1070.
Por el momento no se ha informado de la causa de la muerte. El actor sufría demencia senil desde hacía años.

Falk ganó cuatro Emmys por su interpretación del detective Colombo y recibió sendas candidaturas a los Óscar en 1961 y 1962 por su papel secundario en las películas 'Un gángster para un milagro' y 'El sindicato del crimen'.

También fue diez veces candidato a los Globos de Oro por su papel en la serie 'Colombo', premio que ganó una vez en 1973.

De pasada, no es justo para Colombo, ni se lo merecía, el intérprete estadounidense quedó bajo la custodia de su mujer en junio de 2009 después de que un juez de Los Ángeles le declarara incapacitado debido a su demencia senil.

La segunda esposa de Falk, Shera Danese, obtuvo la tutela del actor después de medio año de batalla legal con Catherine, hija adoptiva de Falk. Este tema, como siempre, por la pasta..Por lo tanto, no iba con nuestro héroe y el de tantos...Colombo.

Colombo para todo el mundo.


Peter Falk «podía hacerte reír o llorar», comentaba el director de cine William Friedkin, que tanto miedo hizo pasar a la gente con 'El exorcista'. El cineasta destacaba así la versatilidad del actor, pero se le olvidaba su rasgo principal, los buenos ratos que hizo pasar a los telespectadores siguiendo sus pesquisas, pensando en cómo resolver sus casos.

Falk fue el inigualable teniente Colombo, héroe discreto y distraído de unas cuantas generaciones de televidentes, un tipo al que en apariencia le faltaba ser un poco más espabilado, hasta que ataba los cabos del crimen y los resolvía con una argumentación tan sencilla como perfecta.

El actor sufría demencia senil y murió a los 83 años en su casa de Hollywood. Como sugería Friedkin, Falk rebasó el papel del policía desastrado, pasó por los mejores escenarios teatrales y estuvo en las candidaturas de los Oscar dos veces, por sendos papeles secundarios en las películas 'Un gánster para un milagro' y 'El sindicato del crimen'.

Neoyorquino de nacimiento, en sus venas se condesaba la sangre de los judíos centroeuropeos, ya que sus padres eran una mezcla de polacos, húngaros, checos y rusos.
A los tres años le quitaron el ojo derecho a causa de un tumor maligno y le pusieron uno de cristal. Lejos de intimidarle, el actor le sacó chispas desde muy chico, ya que cuando quería asustar a uno de sus compañeros se lo sacaba para mostrárselo. Además Colombo no habría sido el mismo sin esa mirada tan poco definida, ambigua, intrigante.

Estudió Literatura y Ciencias Políticas en la New York School for Social Research, la universidad que dio cobijo a tantos intelectuales que pudieron salir vivos del régimen de Hitler, e intentó trabajar en CIA, pero no le admitieron.

Sin prisas ni intenciones de profesionalizarse, Falk comenzó a participar en grupos de teatro aficionado. No obstante, como tampoco tenía grandes proyectos laborales, empezó a trabajar en Broadway en los años cincuenta, y la década siguiente ya era una cara habitual en las series televisivas.


El propio Falk definía a su personaje más conocido como una contrafigura de Sherlock Holmes. Mientras el detective inglés tenía el cuello largo y distinguido, Colombo simplemente no tenía cuello, y el caballero fumaba en pipa, él gastaba seis puros al día.

El primer episodio de la serie, estrenado en 1971, estuvo dirigido por Steven Spielberg cuando tenía 25 años. Fue un éxito y enseguida su fama dibujó una línea ascendente que le hizo famoso en el mundo entero. «He estado en pequeñas poblaciones de África -decía Falk-, muchas de ellas con un solo aparato de televisión para todos, y en cuanto me veían los niños empezaban a gritar 'Colombo, Colombo'. Y todavía, en España, seguiríamos diciéndolo muchos miles de tus seguidores.

Encantador, simpático y educado, le resultaba muy fácil congeniar con el personaje, a pesar de su escaso glamour.

Ya ven, donde hay una buena dosis de humanidad y naturalidad...sobra el glamour y las etiquetas. Además, nuestro héroe, era y es un (los heroes nunca mueren) tipo tan particular :

Nunca se valorará lo suficiente el estilo del detective: dárselas de despistado, torpe y pesado, bañarles de coba a los sospechosos para que se confiaran y luego el magistral "ah, sólo una cosa más, un detalle sin importancia, es sólo para rellenar el informe, pero..." y ahí venía la puñalada para el asesino de turno.

¡Y qué hablar de su coche!

Peter Falk, descansa en Paz...El Teniente Colombo, seguirá con nosotros.






Fuentes:
Agencia Efe
Cosas de Curro
Los Angeles Times

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