Choca que siendo la cultura catalana mayor en volumen; En extensión de su lengua, tradición histórica y desarrollo literario, sea su nacionalismo mas laxo que el vasco. Estando los vascos a un tris de la independencia, en cuanto se despejen unos cauces demócraticos no traumáticos. La mayoría de los independentistas vascos superan de lejos a los catalanes.
¿Como es posible esto?
La respuesta en el artículo anterior? el de cerebro de mosquito.
Efectivamente, no es la cultura ni la lengua, es la sangre, el ADN. El factor RH negativo, es un factor decisivo. Una cuestión de racismo pura y dura.
El racismo tiene su propía lógica natural, el hombre nace racista, solo la cultura transforma su mente. Pero muchas veces está cultura no llega o se enmascara de nacionlismo. Es así que los catalanes al estar demasiado mezclados, la ideología nacionalista no acaba de calar al 100%, o al 50% mas 1, necesario para alcanzar la independencia. Solo en las comarcas mas endogámicas, de Gerona o Lerida se alcanzan dichas cotas. Pero el peso especifico esta en la cosmopolita Barcelona.
El tiempo corre en contra de los independentistas catalanes, cada vez hay mas emigrantes con mas hijos, mientras se estanca la natalidad de autóctona. Es por eso que se adopta la estrategia de apelar al factor económico mas que al sentimental a la hora de abogar por la independencia. Pero a nadie se le escapa que a la larga la independencia sería un mal negocio.
El catalán es un nacionalismo abocado a la frustración permanente, solo alimentado por los intereses de los políticos y la población rural, sobredimensianada gracias a un sistema electoral injusto para los barceloneses.
Pos yo soy un vasco agilipollado atípico, no me ha agilipollado el nacionalismo sino otras cosas, digo!
ResponderEliminarAl final, lo del grupo A con RH negativo se vió que era un camelo. Muchos de los dirigentes nacionalistas vascos no lo tenían y sin embargo lo tenían gallegos, asturianos, etc...
ResponderEliminarEl problema del nacionalismo en España es que no tienen base racial para sustentarlo. Y por eso han recurrido a las lenguas regionales, dotándolas de un "aurea" mítica cuando no son más que herramientas oxidadas en la historia de la evolución de las lenguas hacia idiomas internacionales. Hay seis mil lenguas en el mundo, pero hace un siglo había más de diez mil. Y sólo hay seis idiomas internacionales.