El último viaje de Kim Jong-il

Una noticia ha pasado prácticamente desapercibida entre la vorágine de la actualidad. Frente al viaje del Papa a Madrid, el viaje del Querido Líder a Moscú.
Las particularidades de este viaje de este viejo dictador en sus horas finales, está que lo hará en su tren particular. El hombre que tiene a raya a los Estados Unidos es un cobarde que se asusta de los viajes en avión.
Kim Jong-il, que seguramente es enfermo terminal, va a hacer un viaje mas privado que político aunque tenga previsto entrevistarse con los lideres rusos. Aun así será un viaje épico que daría para una gran película al estilo de Mihakov o Kurosawa. Un tren, que atravesara casi la mitad de la tierra para que su pasajero se reencuentro con su pasado. Viajara por China, Mongolia, Siberia y hasta Moscú. Atravesara desiertos, el Gobi, montañas el Indukush, estepas siberianas interminables. Un viaje de por lo menos tres o cuatro semanas.
No solo piensa visitar la aldea siberiana en la que nació y vivió su infancia, como refugiado político cuando su familia huyo de los japoneses. Sera su vuelta a Rosebug.
Pero no menos emotivo sera su visita a Moscú, el corazón de la ideología comunista que es la razón de su vida y de su pueblo. El choque ha de ser brutal, como caer en una pesadilla. De la placidez de la vida sencilla en Corea del Norte al infierno capitalista del consumismo mas atroz, y la constatación del fracaso de un sueño.
En contra de lo que nos hace creer la propaganda occidental sobre la vida en Corea del Norte, todo eso de que no tienen libertad, que viven militarizados y se mueren de hambre, es que no me creo nada. La prueba son los presos americanos que se negaban a volver al mundo occidental.