sábado, 10 de septiembre de 2011

Una tarde con el jefe



Aprovechando que Jota Uve tiene vacaciones, se ha dejado caer por mi casa. Me tenía prometidos "unos" libros desde hace tiempo. Lo que no esperaba es que viniése cargado con diez. ¡Me voy a poner las botas!

Sí, todos son sobre Esparta, no sabía que tuviése tantos. La cosa fue cuando publicó en su blog personal sobre 'Aretes de Esparta' (primero arriba, por la derecha), llegó a su blog el autor, al que no le sentó muy bien la crítica de mi amigo, je je je... Me metí, ¡como no!, y de ahí, de decir que me encanta la épica, fue el prometerme el libro para leerlo, pero no esperaba que viniése acompañado de semejante colección. ¡Estupendo!

Luego hemos salido para que yo estirase un poco las piernas. Hemos tomado el Trambaix hasta l'Illa, donde ha escogido una mochila en DECATLON.
Yo sé para qué la quiere, claro, pero ya lo dirá él cuando toque, je je je...

A bordo del tranvía, me ha señalado donde trabaja. Tres edificios enormes. "¿De todos te ocupas tú?", le he preguntado asombrada. Sí, todos para él, ¡uf!

Naturalmente, hemos charlado de bastantes cosas en la cafetería, que ya tocaba porque hacía tiempo que no nos veíamos personalmente.

Lamento decir que no nos ha atracado ningún carterista y por tanto, no he podido probar mi "llave especial", ¡juas!

6 comentarios:

  1. Soy muy clásico, todo esta en los griegos como dijo aquel.
    La mochila es porque me voy a dedicar al trecking, mañana mismo salgo para Montserrat...espero.

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  2. Añado que Aretes de Esparta me gusto bastante, por si anda por aquí el autor.

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  3. Me dijo usted hará cosa de un mes que iba a hacer el Camino de Santiago. Mantiene la idea?

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  4. He empezado por 'La conjura de las reinas', de Manfredi.
    Aunque este no va de espartanos, sino de aqueos.

    ¡Ah la malvada Clitemnestra! Será su prima Penelope (sí, la tejedora-destejedora de Ítaca) quien dé al traste con la conjura al negarse a matar a su esposo Ulises.

    Dicho así queda muy bonito, pero la verdad es que aquellas reinas se casaban por imposición, tenían al menos un hijo, el heredero, y luego se quedaban solas durante años mientras el esposo se tiraba por el mundo todo lo que tuviera dos piernas y un agujero entre ellas.

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  5. Yerras...ya lo veras cuando avances mas en el libro.
    Estas reinas-sacerdotisas son el último vestigio de la sociedad matriarcal. Los invasores aqueos las desposaban para legimitarse en el poder. Por eso les ponian los cuernos, Helena o directamente les cortaban el cuello, Agamenon.

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  6. Hombre, yo me atengo a lo ya conocido.
    Igual es que me quedé en lo romántico del teje y desteje esperando.
    Al fin y al cabo, Penelope le dice a Menelao que fue ella quien eligió a Ulises por esposo.

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