lunes, 31 de octubre de 2011

Tertuliano con sotana, sin profesión conocida (como todos)


Lo de este... este... en fin, lo que sea, resulta espatarrante.
Lleva años como esparcedor de detritus en programas basura y además, se presenta siempre con sotana, cuando ya ni los frailes usan el hábito, ni tampoco las monjas, lo cual demuestra lo mucho que le gusta disfrazarse y hacer el paripé.

Tengo dudas de que siga siendo sacerdote -si es que alguna vez lo fue- porque sus actividades están muy alejadas de lo que se supone que ha de ser un cura, a millones de años-luz.
¿Tiene una parroquia? ¿Trabaja para la Iglesia? ¿Dónde? ¿Cuando?

Lo que acabo de leer es para dejarte de cartón piedra:


El Padre Apeles estuvo presente en la última edición del polémico programa La Noria de Telecino. Allí, confesó a su presentador Jordi González, y al resto de los invitados de la mesa, que se encuentra tan profundamente deprimido que no desea seguir viviendo.

No obstante, también quiso aclarar que no ha intentado suicidarse, porque, entre otras cosas, "la Iglesia ve mal el suicidio". "En ningún momento yo he dicho eso. Mi vida puede acabar como la de Carmina Ordóñez. Pero ella no se mató ni se suicidó, acabó mal por las cosas que tomaba. Y yo acabare mal probablemente por culpa de las mezclas que hago".

Si esto ya te deja ojiplático, esperen, que hay más:

"Suicidarse implica voluntad de que alguien se quiere matar, yo en ningún momento he dicho eso, yo sólo he dicho que le pido a Dios cada día que sea el ultimo de mi vida, porque yo en este mundo no tengo ni objetivos ni ilusiones ni nada que hacer. A mí la vida me resulta una carga, me resulta pesada. No significa que me quiera matar. Pienso que hay un infierno y por eso no me he suicidado".

No tiene objetivos ni ilusiones, pobrecito...

El Padre Apeles, que al parecer ya sólo sale al cine y a "beber para olvidar", según Terelu Campos, dijo que ya no sabe "ni el día ni la hora", y que sus "ventanas están bajadas" siempre. "Estoy medicado, tratado por los médicos, y bebo para olvidarme de los problemas del mundo y todo eso", dijo el Padre Apeles.

Pues la medicación de los loqueros es incompatible con el alcohol. ¿Para qué tiene las ventanas bajadas si sale al cine? No sabe el día y la hora, excepto la de ir a La Noria...
Pero la explicación a tanto teatro y puesta en escena la tenemos en sus lagrimillas finales:

Aunque quizá hubiera un remedio para esa depresión, aseguró en el programa: "Si yo tuviese una mesa en La Noria, como siempre me hubiese gustado, quizá no estaría tan deprimido".

¡¡¡MAMOOOOÓN!!!
Vete a trabajar a África o a la India, haz lo que hacen los sacerdotes dignos, cacho cabrón sinvergüenza.
Y quítate la sotana que mancillas.

5 comentarios:

  1. Lo que le pasa a Apeles, según confeso él, es que tiene un principio de Altzheimer.

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  2. La Dulce Neus, el Padre Apeles... Ultimamente usted se dedica a coleccionar frikis, je, je!
    Salud!

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  3. Si es como dice Periódico con que tiene principio de Alzheimer, es lógico que tenga esos trastornos. También pesará el que fue muy famoso, no salía de los platós de TV y al verse fuera de ellos, se deprime. Es un personaje curioso propio de la fauna ibérica poblada de jetas.

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  4. Pues si tiene un principio de alzheimer, va a ser desde que nació... Nunca ha trabajado que se sepa.
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    Don Obdulio, es para distraerme, que en cierta red social ya tengo bastante de cosas serias, ¡uf!
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    Jetas los hay a patadas, Bucan.
    Estos personajes cobran por decir tonterías y pelearse, el programa porque tiene audiencia y el pardillo del espectador no cobra nada, pero se traga toda la bazofia la mar de feliz y hace que los anteriores se llenan los bolsillos.

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  5. Eso me gusta, muestra su parte más humana!
    Salud a mogollón!

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