A todos nos gusta la música y no todos somos sicópatas, sin embargo la música y sicopatología tienen una relación especial.
Desde Hanibal Lecter loco de la variaciones Goldberg, hasta Adolf Eichmann fervoroso de Wagner y que solía poner discos del compositor a los judios mientras los asesinaba. Y que decir de la escena de los helicopteros en la película Apocalipsis Now. O el capitán Nemo y su organo de 112 valvulas. Estas últimas ficción, pero que retratán perfectamente lo que quiero decir.
Hemos sabido de que piden 7 años de carcel para un individuo que martirizaba a sus vecinos con sus lecciones de piano. Hasta aquí normal, pero no es tan normal que habiendo sido requerido por el juez para insonorizar, o sencillament haberse comprado un piano electronic y practicar con auriculares, no hizo nada con desprecio a la ley, la utoridad y el bienestar de sus vecinos. Espero que sea condenado para ejemplo de muchos otros sícopatas del tocadiscos que andan sueltos. Y que especialmente en fechas como las de hoy dan rienda suelta a todos sus institos criminales, amaparandose en el reglamento de fiestas y verbenas que permite esta noche la jarana hasta las últimas horas de la noche.
Que a los sicópatas les guste tanto la música es normal. Privados de toda emoción humana, la música debe de ser un granalivio para ellos, lo mas parecido a sentir que pueden acercarse. Es por eso que grandes músicos son asimismo sicópatas, sobre todo en la actualidad. Por eso caen facilmente en el mundo de la droga y la lujuria desatada. De lo que tenemos muchos ejemplos que todos estamos pensando.
Creo que a los psicópatas les gusta sobre todo la música alta, a todo volumen, que joda bien al que está al lado.
ResponderEliminarEl ruido ambiental y la tolerancia con los bullangueros que meten a todo volumen su música es una medida del grado de civilización de un país. España es bastante ruidosa y los castigos contra los bullangueros deberían ser ejemplares.
Muchas gracias, Mari Carmen.
ResponderEliminarIgualmente, guapa.
Un abrazo.
¡Uf!
ResponderEliminarNosotros no celebramos la Nochebuena, la fiesta grande será el 25 a mediodía, pero las vecinas de arriba (sí, todas mujeres, se ve que el padre y marido se defuncionó harto de aguantarlas) llevan horas aporreando sin misericordia, no sólo con música, sino con tacones.
Esto me lo cuenta mi hijo, que está a punto de coger una katana y subir, je je je... ¡Ah! y el perro, que sólo faltaba ese chucho que tienen, con cara de tonto pero que no calla nunca ni se está quieto. Y es un perrazo con patazas, nada de los "mediokilo" peludos.
No es ninguna tontería porque se nos ha caído al suelo un objeto de decoración que estaba en lo alto de la vitrina. A cuadros se ha quedado mi hijo al verlo caer ante sus propios ojos.
¿Llamar a la Urbana? No van a venir.
Y lo peor es que no existe el contraataque porque mañana, cuando esas duerman, nosotros no hacemos ruido.