Con todo lo que está cayendo, y no me refiero a la lluvia y la nieve, sino, a los temas que en el día a día nos están dejando huella. Como: el paro, crisis económica y de la otra, falta de esperanza, desconfianza etc. etc. Un día como hoy, Curro, recuerda como una fecha tan señalada en el calendario para un niño en los años sesenta, marcó un antes y después en la vida de nuestro amigo...
Aquel día de Reyes !!!
Por todo ello, aún siendo un niño, le preocupaba y mucho, que los mayores y más cercanos a él, le bromearan o le dijeran que aquella noche, los Reyes Magos, no le traerían ningún juguete.
Por supuesto, cada vez que escuchaba algo semejante, el niño, rompía a llorar. Cosa esta, que parecía motivar a los causantes de los lloros o “bromistas”. Y así pasó casi todo el día, entre lloro y lloro.
Aunque han pasado más de 45 años, a Curro nunca se le olvida. Sólo duda en la hora. Probablemente fue entres las 6 y 6:30 de la tarde de aquel 5 de Enero. Doña Matilde, una señora anciana y muy amiga de la familia, le había llevado unos caramelos a nuestro Currito. Es más, hasta estuvo contándole cuentos navideños al niño, y en uno de ellos, Doña Matilde, quiso personalizar en nuestro amigo, al protagonista de tal cuento. Lo triste fue que , el protagonista, en aquella ocasión, como había sido un niño malo durante todo el año, los Reyes Magos, no le dejaron ningún regalo…Sólo carbón!.
Para qué quería más, Currito, se había introducido tanto e identificado con el personaje, que rompió a llorar, llorar y llorar…
Mientras, el niño, estaba con pijama y elevada temperatura en cama!
Todo fue muy rápido. El niño, Currito, había quedado tan traumatizado y triste por la historia que había “vivido”, tan “mala” de no recibir regalos de los Reyes que, se agobió y se puso malísimo.
Serían sobre las 8 de la tarde cuando Don Julián, el médico de cabecera, visitó al niño y tras el reconocimiento y escuchar a familia y al propio niño, salió del dormitorio y se dirigió a Doña Patri; “ Este niño, tiene “reyecitis”, ya sabes, dale una aspirina infantil, mucho cariño y aunque no sean las 12 de la noche…Coño, dale ya los juguetes !”.
Y así ocurrió, con la aspirina, afecto y sonrisas de todos los que le habían estado coñeando durante todo el día, el amor de su madre y como no, los regalos de Reyes, Currito volvió a sonreír y tuvo una recuperación asombrosa. Es más, no sólo estuvo jugando durante toda la noche, la que aprovechan otros niños para dormir, sino que como les he dicho antes, cuarenta y tantos años después…No se le olvida!.
Felices Reyes!!!!
Fuentes: Cosas de Curro (Ángel Corbalán)
Emotivo relato y emotiva viñeta del Forges.
ResponderEliminarLa "noche mágica" de Reyes no se olvida en toda la vida, como tampoco se olvida ese momento en el que un amiguito "enterado" nos descubre el engaño, otra faceta de la crueldad infantil
Saludos, Señor Corbalán!