miércoles, 1 de febrero de 2012

Destrucción de obras de arte



En el Museo del Prado se ha encontrado una copia de la Mona Lisa, hecha al parecer por un discipulo de Leonardo da Vinci en su mismo taller y al mismo tiempo que el maestro pintaba el suyo, según opinión de los expertos.
Vídeo.

La verdad es que la copia se ve más real, el rostro de una mujer de carne y hueso, una leve sonrisa que coincide con la expresión de los ojos, no el enigma que da Vinci plasmó, volviendo locas a innumerables generaciones ante un rostro irreal, inexistente.

Quien haya estudiado anatomía humana con fines artísticos sabe que una proporción lleva a otra inexorablemente.
Recuerdo cuando empezó en la tele la serie 'Rémington Steele' con Pierce Brosnan de protagonista, enseguida dije a mi familia que el actor se había operado la nariz, que no era suya.
Se confirmó unos meses más tarde en una entrevista. Para mí estuvo claro desde el principio, los rasgos de su cara rechazaban esa nariz a gritos.

Bien, este artículo no se refiere exactamente al tema de La Gioconda, sino a lo que ocurre en los museos. Ha sido el comentario señalado como más valorado de la noticia donde lo he encontrado que me ha hecho recordar una anécdota que en su día me dejó destrozada.

El que fuera mi suegro acabó su vida laboral como vigilante de un museo de Barcelona. Un día me preguntó -sabiendo mi afición al arte-, si quería algún cuadro del museo.
Perpleja, le pedi explicaciones, aunque no creía que el vejete pensara dar un "golpe", je je je...

Pues bien, había recibido órdenes de destruír una gran cantidad de cuadros "porque no cabían"... 
En este caso le dije que sí, pero si podía ir a verlos para elegir, claro.
Dijo que no, que cada uno estaba embalado y no podían descubrirlos. Llevaban años en el almacén y se había decidido hacer limpieza. ¡Horror!

No acepté, no quise ninguno, pero me quedé horrorizada por esta destrucción del arte, de un patrimonio que se consideraba simplemente trastos inútiles.

¿Museos? Nido de vándalos destructores.

10 comentarios:

  1. Pues no entiendo porqué no aceptaste si los iban a destruir. Igual con el tiempo descubrías que era otro cuadro de historia importante como ese del que hablas en el artículo. Desde luego parece más real la mujer en la copia del alumno. Pero claro, no sabemos como era la mujer.

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  2. Tienes razón, Bucan, ahora me arrepiento.
    Pero entonces no tenía espacio en mi casa para un cuadro más, ya que un tío mío pintor me había hecho dos a mi gusto y no quedaba un lienzo de pared libre entre ellos y otras piezas, obra mía, colgadas.

    Además, pensé que igual tendría problemas si mi suegro sacaba un cuadro del museo (cámaras, compañeros chivatos...) No lo vi nada claro.

    Sobre el cuadro del alumno, sí, es más real y te puedo asegurar que debió ser esta su imagen, no la de Leonardo que se dedicaba a pintar cosas raras.

    Era un genio, por supuesto, y como tal, escondía muchos misterios para burlar a sus enemigos, ríendose de ellos, algo que me satisface; pero como digo, su Gioconda no guarda proporciones reales y la otra sí.

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  3. "... no guarda proporciones reales y la otra sí."

    Excepto en un detalle a mi parecer: la del alumno tiene el cuello demasiado largo.

    Carece de importancia ante la obra del rostro, son detalles insignificantes que a todos nos pasa.

    El vídeo muestra que el alumno plasmó mucho mejor el fondo y los ropajes. En fin, todo.
    Leonardo usó la técnica del sfumato y su alumno no, ahí reside mucha de la diferencia, pero no toda, evidentemente.

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  4. Siempre me he preguntado: ¿Qué mafia... hace que pintores u otros artistas que vivieron y murieron en la ruina hoy sean maestros supervalorados? ¿Dónde están los originales... en los museos en otras manos o en la basura?.

    En resumén, para mí todo es una mentira que depende del que nos la venda.

    Bon día, Leona.

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  5. Desde luego, es horrorosa la anécdota que cuenta. Hasta los nazis tenían más cariño por el arte que esos señores, aunque la comparación sea odiosísima.
    Pues yo no soy entendido en arte, pero me da que podría tratarse de otra modelo. Observe los ojos, e incluso el óvalo de la cara, o bien los pómulos.
    Buen día, periodistas!

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  6. Observándola otra vez, veo que el cuello de la segunda también es más largo. Y no creo que sea una interpretación del pintor porque en aquel tiempo eran muy realistas.

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  7. No me creo que sea la copía de ningún alumno de Leonardo, al menos durante su vida. La Gioconda ha sido copiada miles de veces, a lo largo de los siglos, seguro que es una estrategía para hacerse propaganda.
    Y no me extraña que los museos tiren cuadros, hay muchos infumables, y otros aunque bien pintados no tinen valor si no son imnovadores o históricos.

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  8. Tú lo has dicho, Eloy, mafias.
    Si el artista vive, carece de valor, se le compra la obra a precio de saldo, cuando fallece se monta una historia truculenta a su alrededor y hala, a forrarse.

    Para mí, la obra de Picasso es un bodrio infumable y ya ves a como se cotiza. Igual que Miró y otros, simples garabatos de parvulos.

    Hace poco se ha engañado a un montón de "expertos" colándoles una tontería pintada en diez minutos y de cualquier manera.
    Venga alabanzas, loas y sesudas críticas, mientras el autor, un periodista, se descojonaba de risa.

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  9. Bonifacio, después de ver el nuevo cuadro, mi teoría es que la mujer de la copia es la verdadera Gioconda, la mujer de Francesco Bartolomeo del Giocondo.

    Como digo, los rasgos de la pintada por Leonardo son irreales, inexistentes y se han hecho pruebas superponiendo un retrato de él: encajan.

    Creo que se pintó a sí mismo con rasgos femeninos (no olvidemos que era homosexual), aprovechando el pelo y vestidos de Lisa Gherardini.

    Además, nunca se separaba de ese cuadro, si viajaba se lo llevaba consigo, señal de la querencia que le tenía.
    Esto, obviamente no tendría sentido en caso de ser el retrato de una mujer.

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  10. Me rindo ante su sapiencia, Doña Leona.
    Salud!

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