Es un bebé y vive en una burbuja desde hace mas de 6 meses. Su madre no puede ni siquiera darle un beso de buenas noches. Necesita un trasplante de médula para volver a casa.
Ella tiene 30 años. Leucemia. Un año en busca de un donante de médula que le devuelva sus sueños, sus ilusiones y su vida. Ahora, en su cámara de aislamiento, entre la espera y la desesperanza, se pregunta si aparecerá algún día.
Él tiene 20 años. Joven y deportista. Nunca ha fumado ni bebido. Un linfoma le sorprendió en los mejores años de su vida. Después de años de tratamientos necesita un trasplante de médula.
Son tres ejemplos reales. La mitad de las personas que necesitan un trasplante de médula son niños. Es la única alternativa que tienen para vivir. El problema es que sólo 1 de cada 4 pacientes tiene un donante familiar compatible. El 70% de los enfermos debe recurrir al registro mundial para encontrar a otro donante.
España es un ejemplo para otros países en donación de órganos, sin embargo en donación de médula estamos a la cola respecto a la aportación de los demás países desarrollados del mundo.
Es el momento de cambiar esta situación. El Ministerio de Sanidad puede tomar cartas en el asunto e iniciar una campaña de concienciación para fomentar la donación de médula en nuestro país. Firma ya la petición creada por "Pelones Peleones", un grupo de apoyo a enfermos que necesitan un trasplante de médula >>
Ahora mismo, en España encontrar un donante de médula es difícil. En España, solo el 60% de los pacientes lo consiguen. Con apenas algo mas de 90.000 donantes, el 0.2% de la población española, nuestra aportación al registro mundial es penosa. Los donantes que salvan la vida de los pacientes españoles vienen, mas del 50% de Alemania, más de un 25% de EEUU y apenas un 4% son de donantes españoles.
En nuestro país no hay información suficiente sobre la donación de médula, y existen muchos mitos al respecto, como que donar médula es complicado y doloroso. No es cierto: el método utilizado en el 80% de los casos no necesita siquiera anestesia y no es doloroso ni peligroso para el paciente. Pero nadie lo sabe, porque nadie se lo cuenta.
Todos sabemos que podemos donar nuestros órganos cuando estemos muertos, pero ¿por qué esperar cuándo es tan fácil y gratificante salvar una vida estando en vida con sólo una extracción de sangre? Un gesto tan simple como informar a los donantes de sangre sobre la posibilidad de donar médula podría salvar miles de vidas.
Irene, Fabio, Albert y el resto del equipo de Actuable
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