Por mucho que se niegue todo, esto es de traca.
Que la cuenta de una ministra esté en manos de un niño -según Fátima Báñez-, es para pensar dos cosas, o miente y se dedica a jugar, cosa que aparece automáticamente en el programa, o es una pésima madre al permitir que su hijo use sus cuentas.
Mi equipo tiene contraseña y nadie puede acceder a mis cuentas. Abrí la opción 'Invitado' para que la usara mi hijo cuando se le estropeó el suyo, pero es obvio que no puede acceder a mi información, aparte de que yo nunca guardo las contraseñas, las tecleo siempre.
Apañados estamos si nuestros ministros actúan como se ve porque, sea una cosa u otra, es evidente que no están por la labor.
Pero si a la tia le gusta el jueguecito, que mas da. ¿No sería en la hora del futbol?
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