FIASCO OLÍMPICO

Todo empieza apuntar que los de Londres serán los peores juegos de la historia, lo cual no deja de ser un triste final para tan idealista evento. Pero desde luego los Juegos Olímpicos no pueden estar mas prostituidos.
Si en Pekin pudimos ver como un estado-fascista se hacía con esta celebración del pseudodeporte y la supuesta amistad y colaboración entre todos los países de La Tierra, en Londres veremos como uno de los países mas desarrollados del mundo, la caga a todos los niveles.
A la desconfianza que ya hay sobre el deporte profesional, verdadero reino del dopaje que deja las aspiraciones de los ingenuos al nivel del barro. El abuso de las marcas y casas comerciales que convierten los Juegos en un mercadillo insoportable. Un ejemplo el uniforme español, cedido gratuitamente por un mafioso ruso para promocionar su marca de ropa...y quien sabe que mas cosas.
Pero donde está empezando a fallar todo es por el tipo de organización que han adoptado los hiperneoliberales ingleses. Se ha externizado, o outsourcined como dicen ellos, todo, absolutamente todo. Y naturamente como pasa en estos casos, todo empieza fallar. Empezando por la seguridad.
En vez de encargar a la policía la seguridad de los Juegos, que sería lo lógico,en el nuevo estado tea-party, la seguridad iba a estar a cargo de una empresa privada G4S, Guard for Security, ahora rebautizada, Good For Something o sea (Buenos para Nada). Ha sido un fiasco monumental, no han conseguido cubrir todas las necesidades de personal, sobre todo porque deben de pagar una mierda. Así que han tenido que recurrir al ejercito. Un ejercito que viene de Afganistán, después de luchar y ver morir a muchos compañeros, se han quedado sin vacaciones, todo para ver como una panda de señoritos se lo pasan de lo mas bien en un a orgía de sexo y dinero, con el deporte como excusa.
Es de suponer que mas de un soldado se pregunte ¿para que mierdas luchamos en Afganistán y si no será que son los talibanes los que tienen razón? Tanto como que occidente y su neocapitalismo trata a las personas como basura para deleite de unos cuantos.