jueves, 12 de julio de 2012

Sin masonería no hay tu tía


La crisis identitaria que padece España hay que buscarla sin duda en el fracaso de la masonería en este país.
Los masones han sido la pieza clave en la constitución de todas las grandes naciones europeas. Francia, Italia, Inglaterra y por descontado Estados Unidos y la mayoría de las naciones sudamericanas. Sin embargo en España fracasaron, en principio por la fuerza de la iglesia católica y en los últimos tiempos por la irrupción de Franco. Que quiso hacer política masónica pero sin los masones, aliandose con sus eternos rivales, sobre todo el Opus Dei.
Los masones, laminados por el dictador, a la muerte de este, de ningún modo pudieron coordinar las diferentes étnias peninsulares, con lo que los nacionalismos alentados por la iglesia católica, sobre todo el en País Vasco y Cataluña, impusieron sus tesís autonomistas en la Constitución, que han resultado, como era de preveer, demoledoras para todo estado moderno que se precie. Seguramente con la equiescencia del Vaticano y sus esbirros del Opus y la Democracia Cristiana. Al Papado siempre le han interesado miniestados pequeños, facilmente manejables. Ya durante la Edad Media favorecieron a los reyezuelos como oposición al emperador.
Hay que estar alerta, pues la Unión Europea es también un proyecto básicamente masón, y sus enemigos están dentro. No es casualidad que los países PINGS, sean esencialmente católicos.
Aunque encuentran una ayuda inestimable en la Señora Merkel, que lleva su particular lucha antieuropea en comnivencia con Rusia. Su razones no las sabemos, pero cabe sospechar que sea un agente infiltrado de Putin, una reminiscencia de la guerra fría. Seguramente reclutada en sus años universitarios en la antigua RDA. Es de lo mas sospechoso que cierre todas las nucleares a la vez que firma un pacto gasistico con la antigua URSS. Es echar deliberadamente a Europa en manos de las zarpas del oso ruso. Y sino que se lo pregunte a la Timoshenko.

1 comentario:

  1. Algo disparatado me parece lo de que Merkel sea una agente rusa, pero en última instancia, nunca se sabe.

    Aquí lo que pasa es que no cuajaron los masones pero si cuajaron los trincones.

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