sábado, 25 de agosto de 2012

LA CULPA COMO SIEMPRE ES DE LOS DEMÁS, EN ESTE CASO DE LOS FUNCIONARIOS.

Me lo envía un amigo para publicar 

Artículo redactado por un funcionario del Grupo A. Difícilmente se puede expresar mejor la situación actual. Un saludo.

Resulta que en la década prodigiosa del pelotazo, cuando media España se lo llevaba caliente a casa, cuando un encofrador sin estudios se embolsaba tres mil euros, cuando hasta el último garrulo montaba una constructora y en connivencia con un par de concejales se forraba sin cuento, cuando un gañán que no sabía levantar tres ladrillos a derechas se paseaba en Audi, los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los parias, los que hacían números para cuadrar su hipoteca, hacer la compra en el Carrefour y llegar a fin de mes, porque un nutrido grupo de compatriotas se estaba haciendo de oro inflando el globo de la economía hasta llegar a lo que ahora hemos llegado.


Y ahora que el asunto explota y se viene abajo, la culpa del desmadre… es de los funcionarios. Los alcaldes, diputados y senadores que gobiernan la cosa pública a cambio de una buena morterada no son responsable de nada y nos apuntan directamente a nosotros: somos demasiados, hay que ultracongelarnos, somos poco productivos. Los responsables bancarios que prestaron dinero a quienes sabían que no podrían devolverlo tampoco se dan por aludidos. Todos los intermediarios inmobiliarios, especuladores, amigos de alcalde y compañeros de partida de casino de diputado provincial no tenían noticia del asunto. Nosotros sí. Como diría José Mota: ¿Ellos? No. ¿Nosotros? Si. Siendo así que ellos? No.. Por tanto, nosotros? Si.


La culpa, según estos preclaros adalides de la estupidez, es del juez, abogado del estado, inspector de hacienda, administrador civil del estado que, en lugar de dedicarse a la especulación inmobiliaria a toca teja, ha estado cinco o seis años recluido en su habitación, pálido como un vampiro, con menos vida social que una rata de laboratorio y tanto sexo como un chotacabras, para preparar unas oposiciones monstruosas y de resultado siempre incierto, precedidas, como no podía ser de otra forma, de otros cinco arduos años de carrera. Del profesor que ha sorteado destinos en pueblos que no aparecen en el mapa para meter en vereda a benjamines que hacen lo que les sale de los genitales porque sus progenitores han abdicado de sus responsabilidades. Del auxiliar administrativo del Estado natural de Écija y destinado en Barcelona que con un sueldo de 1000 euros paga un alquiler mensual de 700 y soporta estoicamente que un taxista que gana 3000 le diga joder, que suerte, funcionario.


La culpa es nuestra. A poco que nos descuidemos nosotros los funcionarios seremos el chivo expiatorio de toda una caterva de inútiles, vividores, mangantes, políticos semianalfabetos, altos cargos de nombramiento digital, truhanes, pícaros, periodistas ganapanes y economistas de a verlas venir que sabían perfectamente que el asunto tarde o temprano tenía que petar, pero que aprovecharon a fondo el momento al grito de mientras dure dura! y que ahora, con esa autoridad que da tener un rostro a prueba de bomba, se pasan al otro lado del río y no sólo tienen recetas para arreglar lo que ellos mismo ayudaron a estropear, sino que, además, han llegado a la conclusión de que los culpables son... ¡¡¡tachán!!!...los funcionarios.


Soy funcionario. Y además bastante recalcitrante: tengo cinco títulos distintos. Ganados compitiendo en buena lid contra miles de candidatos. ¿Y saben qué? No me avergüenzo de nada. No debo nada a nadie (sólo a mi familia, maestros y profesores). No tengo que pedir perdón. No me tocó la lotería. No gané el premio gordo en una tómbola. No me expropiaron una finca. No me nombraron alto cargo, director provincial ni vocal asesor por agitar un carnet político que nunca he tenido.


Aprobé frente a tribunales formados por ceñudos señores a los que no conocía de nada. En buena lid: sin concejal proclive, pariente político, mano protectora ni favor de amigo. Después de muchas noches de desvelos, angustias y desvaríos y con la sola e inestimable compañía de mis santos cojones. Como tantos y tantos compañeros anónimos repartidos por toda España a los que ahora algunos mendaces quieren convertir, por arte de birli-birloque, en culpables de la crisis.

6 comentarios:

  1. Pero con sueldo y trabajo fijo.
    Poco sueldo, pero fio
    Trabajo fijo, que ya es mucho

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  2. Seguramente habrá muchos funcionarios así. Pero también hay montones de enchufados por parentesco, amiguismo o simpatias políticas, sobre todo en autonomías y ayuntamientos.

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  3. No creo que deban pagar el pato los funcionarios ni nadie que no sea responsable de este despropósito.
    Sin embargo, si tan bien vivía todo el mundo y tan duro era ser funcionario, no sé que hacía tanta gente, incluido este señor, rompiéndose los cuernos para conseguir una plaza.
    Además estoy de acuerdo con periódico, a muchísimos les ha costado sacar la plaza, pero otros muchos han pasado por encima de los que habían luchado, sin merecerlo, por amiguismo o incluso gracias a ser unos incompetentes (fáciles de manejar).

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  4. Para mi los puestos a dedo no son funcionarios, (y se les nota enseguida, pues si les preguntas algo te desvían a otro, para que te informe, y suelen estar en mesas con un periódico sin hacer nada) esos son los lameculos de turno, que están para chivarse de los funcionarios, que no aceptan según que chanchullos de los políticos, lo que tendríamos que exigir es el despido de la mitad de los políticos, que son los que cobran un buen sueldo y como no tienen bastante, roban todo lo que pasa por sus mano, por ejemplo: para que necesitamos en el Prat 4 0 5 tenientes de alcalde, y todos sus asesores con un sueldo varias veces superior al sueldo base, si no saben hacer su trabajo y lo hacen los secretarios, para que cobran.
    Y muchos dicen ser trabajadores comunistas, pero no han tenido un callo en las manos en su vida

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  5. soy funcionaria,y muy orgulosa de ello!!!Me saque la plaza con esfuerzo tras pasar unas opossiciones las cual pague,unos cursos de formacion,los cuales pague,y muchos años de trabajo que se llaman meritos.No creo que nadie nos regale nada,y m,enos trabajando cara al publico y aguantando mucho.Trabajo fijo,sueldo fijo,por ahora si,pero tal y como estos sinvergüenzas estan dejando el pais,creo que por poco tiempo.Asi que hay que mirar con quien se mete la gente.No somos vagos y no nos pasamos el dia tomando cefe!!!!!!!!Yo en mi caso,tengo vidas en mis manos y aun lo unico que me reconforta es el Gracias¨y el no canvieis,de mis pacientes cundo se van.Gracias a todos los compañeros por el trabajo que realizan.

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  6. Hay muchas personas que desconocen el signifícado de 'funcionario' y lo consideran exclusivamente para los enchufados políticos. Craso error.

    Funcionario es un maestro de escuela, una enfermera, un empleado de Correos, un policía, un bombero... Todos son funcionarios y para conseguirlo han tenido que estudiar mucho y pasar unas oposiciones feroces.

    Por esto es injusto que se meta a todos en el mismo saco y se les culpe alegremente cuando no son más que sufridos trabajadores como nosotros.

    Se les envidia que tengan un trabajo "para siempre" aunque cobren poco y las pasen tan canutas como cualquiera. ¡Ah!, la eterna envidia.

    Sobran los enchufados, los que, como dice ADOGI, leen el periódico y te envían a otra mesa si les preguntas y estos están en las administraciones públicas, puestos a dedo por políticos y/o por recomendación de familiares y amigos.

    Hay que matizar cuando se critica porque no todos van en el mismo saco.

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