Tras el escandalo que se ha producido en la federación de natación sincronizada, donde la entrenadora ha dado claras muestras de ser una pequeña hijadeputa, habría que replantearse que clase de mierda es esa del deporte de élite.
En ese mundillo, enfermo, diría yo, donde se mueve mucho dinero y mucha corrupción. Y también muchas drogas para doping y un enfermizo nacionalismo. El caso de Anna Tarrés no creo que sea un caso aislado. Los escandalos están al orden del día, aquí y todos los países del mundo.
El deporte es muy sano, pero el deporte de Elite es una porquería sobre el que no vale la pena saber nada, ni gastar dinero ni tiempo en verlo en televisión, y mucho menos en los estadios. Todo el dinero que se gasta en esos individuos, entrenadores vividores y supuestos atletas auténticos enfermos mentales, muchos de ellos explotados por sus padres, debería de emplearse en fomentar un deporte sano en escuelas y universidades, que es el lugar apropiado para esas actividades, no las televisiones ni dando vueltas por el mundo como monos de feria.
Por contra el deporte amateur está abandonado de la mano de dios.
No puedo entender que haya tanta gente interesada en ver y seguir ese tipo de deportes. Personalmente, alucino con el tema.
ResponderEliminarLas pasiones y el dinero que mueve me produce perpeljidad.
Entiendo que a quien le gusta un deporte, lo practica, no se queda sentado frente al televisor viendo practicarlo a no sé quien.
Casi todo lo que vive de la subvención, al final se enmafia.
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