Europa apuesta por un súper gobierno de la UE
11 ministros de
Exteriores de la Unión lanzan una propuesta para ampliar los poderes de la
Comisión Europea, reducir el número de comisarios y potenciar el federalismo
>Hasta 27 comisarios, uno por país, no han impedido que el papel de
la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, haya quedado en entredicho en
algunos de los capítulos de la gestión de la crisis del euro. En parte por
Bruselas y en parte por culpa de las grandes capitales, la alta política
europea no ha sabido estar a la altura de la situación. Puede que algo esté
cambiando: el denominado Club de Berlín —impulsado por Alemania y al que al
final se han unido Francia y hasta un total de 11 ministros de Exteriores de la
Unión, entre los que brilla por su ausencia el de Reino Unido— ha lanzado su
propuesta final, que pasa por reducir el número de comisarios y darle más
poderes a la Comisión: por crear una suerte de supergobierno de la UE. Y por
desarrollar esa idea tan alemana (y tan norteamericana) que consiste en ensayar
una Europa de corte más federal, con un presupuesto y una política económica
que puedan llamarse así, con mecanismos de solidaridad, con una unión bancaria,
con una auténtica política exterior común –que a día de hoy brilla por su
ausencia— y con medidas destinadas a restañar el déficit democrático, que se
escapa por ese triángulo de las Bermudas formado por el Consejo, la Comisión y
el Parlamento Europeo.
La propuesta, importante tanto por el pedigrí de los firmantes como por el momento elegido para lanzarla –con el mundo pendiente de si Europa da de veras un paso adelante en esa encrucijada que obliga a elegir entre el federalismo o la temida fractura: más Europa o ninguna— apunta abiertamente a la posibilidad de reabrir los Tratados, persigue dar más poder al Parlamento y nombrar un presidente de la Comisión “elegido directamente” en las urnas. Ese menú se suma a la última propuesta de Herman Van Rompuy, el presidente del Consejo Europeo. Van Rompuy anunció el pasado jueves que planteará en la cumbre de octubre la creación de un presupuesto central para la eurozona y la emisión “limitada” de deuda conjunta para reforzar la Unión Económica y Monetaria. Se abre paso, en Bruselas y en las capitales, una Unión más federal, que recordaría a aquel viejo sueño de los Estados Unidos de Europa si no fuera por las obligadas vaguedades que adornan ambos documentos, a las que obliga el imprescindible consenso.Suscriben el documento, que se ha cocinado en varias reuniones que cristalizaron el pasado lunes en Varsovia, los titulares de Exteriores de los seis fundadores del embrión de la Unión (Alemania, Francia, Italia,Bélgica, Luxemburgo y Holanda), junto con los de España, Austria y Portugal, más dos países que no comparten la moneda única: Polonia y Dinamarca.
El ejemplo más
claro del abuso de generalidades es el de los eurobonos. Los titulares de
Exteriores apuestan por dar grandes poderes a las instituciones europeas para
controlar los déficits y las políticas fiscales. “Mano a mano” con esa medida,
apuntan a la creación de mecanismos de solidaridad europea. Pero mientras los
férreos controles ya existen por imposición de Berlín, los eurobonos son una
mera posibilidad todavía muy difusa: “Algunos de los miembros del grupo
sugieren pasos hacia la mutualización de los riesgos soberanos”, reza el texto
con deliberada ambigüedad. Alemania se opone a machamartillo a esa medida, al
menos a corto y medio plazo.
El ministro
español José Manuel García-Margallo ha participado en las diversas reuniones del
Grupo de Reflexión, que remitirá su informe definitivo a Van Rompuy, al
presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, y a los parlamentos nacionales
de la UE. El titular de Exteriores polaco, Radoslaw Sikroski –que hace unos
meses disparó todas las alarmas en Berlín con una frase redonda: “Temo menos el
poder alemán de lo que estoy empezando a temer la pasividad alemana—, aseguró
ayer que lo que pide el Club de Berlín es mayor integración política. “Es
necesario aportar más transparencia y democracia a nuestras instituciones como
respuesta a la falta de confianza que hoy se puede ver dentro de la UE”.
Fuentes del Ministerio de Exteriores destacaron que la propuesta pasa también
por mejorar los mecanismos de decisión de los Veintisiete: mayorías cualificadas
en lugar de unanimidad. Con una sola excepción: las sucesivas ampliaciones de
la Unión.<
El Pais.
Yo me pregunto que sentido tiene, si se quiere formar unos Estados Unidos de Europa, al estilo de los USA, el que los independentistas pongan sus fronteras en España y por consiguiente queden fuera de la UE y del euro, hasta conseguir adecuarse a las normas que le impongan para su unión, (si es que lo logran, por aquello del posible o seguro veto español) cuando permaneciendo en España ya las tienen, tengan en cuenta que Cataluña no es punto estratégico ni territorial ni comercial, para la UE.
¿cuantos años de penurias de degradacion economica y social, nos esperan a las clases medias y trabajadoras, si cataluña se declara independiente de España?
Seria una autentica ruina para todos, menos para los rico y burgueses, que seguro serian los amos del nuevo país, a ellos no les faltaría el dinero, pues ya lo tienen a buen recaudo fuera de nuestras fronteras, no comprendo como puede haber tontos del culo que les sigan el juego, a estos señoritos de mierda.
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