sábado, 29 de diciembre de 2012

EL ODIO

Los políticos de lo que aquí se conoce como Madrid, parece que no han entendido muy bien lo que pasa por aquí. Que esto del separatismo les debe parecer una manía catalana, un capricho infantil de Mas y sus secuaces. Tanto Rajoy como Rubalcaba coinciden con la posición inmovilista de la imposibilidad de la independencia catalana, y que con su voluntad y las leyes pueden darle la vuelta a la tortilla en cuanto les de la gana.
Craso error. Detras de todo este discurso nacionalista catalán hay un profundo odia a España y a los españoles. En diversos grados, eso si. Pero odio al fin y al cabo. Así que todo lo que hagan en contra del nacionalismo lo verán como confirmación y justificación de su odio.
Estamos en un círculo vicioso, que como todo el mundo sabe solo se puede evitar rompiendolo. O sea cediendo al referendum. El resultado del cual, a pesar de los piensen los nacionalistas y las encuestas, no está ganado. Es esto, jugarsela a la carta del referendum o enfrentarse a una ruptura cada vez mas violenta.
No creemos que Rajoy este a la altura. Por lo contra es la clase de tipo que deja que se pudra el asunto hasta que sea irresoluble. Aquí los que vamos a padecer somos los no-nacionalistas, pues los separatistas en estas circustancias se crecerán y disfrutarán su enfrentamiento contra el odioso imperio español.

4 comentarios:

  1. El cumplimiento de las leyes no parece ser suficiente argumento para convencer a no querer convocar el referéndum. Es posible que si no se quiere llegar a mayores sea mejor convocarlo.
    El único argumento que puede convencer es “la pela” tanto para que la gente se quede conforme sin convocarlo, como para que si se convoca (que no creo) salga un rotundo NO A LA INDEPENDENCIA.

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  2. El problema es que el derecho de autodeterminación y referendum no es reconocido en los países democráticos salvo que sea legal.

    Si se autorizase en Cataluña, los demagogos surgirían rápido pidiéndolo en Galicia, Pais Vasco, Asturias, Cartagena, Andalucía, etc... Y así, en toda la UE. Es decir, sería la desintegración europea en busca de no se sabe qué.

    Eso hay que plantearlo claro. No se puede engañar a la gente haciendo ver como que no hay consecuencias.

    Cataluña vende la mitad de sus productos al menos al resto de España. Nadie en su sano juicio pide separarse de su mercado principal.

    El odio que han inculcado los nacionalistas y que apuntas en el post, es cierto. Pero eso sólo ha sido la coartada para que los dirigentes nacionalistas se hayan colocado en buenos puestos de trabajo y para que algunos de ellos además se hayan forrado. Eso es lo que hay.

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  3. Es como dice Bucan, cediendo una vez a algo ilegal, se abre la puerta a interminables peticiones de lo mismo.
    ¿Sabes que convocar algo no es gratis? Pues ahí está, millones y millones de euros que no tenemos, destinados a contentar a los fuera de la ley.
    Ni hablar.

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  4. Estoy de acuerdo con todo lo que estáis diciendo, pero yo aún veo otra solución: Convocar antes un referendum para la abolición de la España de las Autonomías.
    Esta si que sería una propuesta valiente de futuro.
    En Francia (que también tienen ciudadanos que se creen "diferentes"), no tienen autonomías y yo no veo que tengan estos problemas. Lo que tenemos que hacer es una integración politica, económica y social en Europa para reducir todo el aparato de los estados, que nos sale tan caro.

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