LA PROSTITUCIÓN EN ESPAÑA

Argentina intenta modernizar sus leyes en la lucha contra la trata de blancas. Sobre todo por el caso de Marita Veron, una madre coraje, a la que secuestraron su hija y tuvo que investigar por su cuenta ante la pasividad de las autoridades. Desgraciadamente su hija no apareció, pero puso al descubierto una trama de prostitución y corrupción policial y judicial. El juicio ha salido hace unos días ex-culpando a los acusados, tal ha sido el escandalo que hasta la presidenta Cristina de Kitchner ha hablado de jueces comprados.
En España esto no suena exótico, surrealista, como de novela de García Márquez. Pero la realidad es que aquí estamos peor. No se secuestran mujeres españolas, por el escandalo que se armaría, pero lo cierto es que miles de mujeres son explotadas sexualmente en este paraíso sexual provocado y promovido por la industria turística.
El que estas mujeres sean extranjeras hace que las autoridades y sobre todo la opinión pública no reaccione. Rumanas, rusas, nigerianas, chinas, brasileñas. Cada dos por tres se detiene una de estas mafias de trata de blancas y sin ningún resultado aparente. Las carreteras y las calles de la ciudades siguen plagadas de prostitutas. No hay pueblo por muy apartado que esté que no tenga su puticlub. Y en las grandes ciudades ninguna calle sin su bar de alterne. Y la prostitución sigue siendo alegal, para regocijo de mafiosos, proxenetas y ministros del ramo.