lunes, 7 de enero de 2013

LA REVOLUCIÓN CATALANA

El éxito del movimiento secesionista catalán es mas interesante de lo que parece. Va mas allá de la simple rebelión de un grupo étnico contra otro, como paso en Yugoslavia. Tiene un trasfondo social que ha entroncado con otro nacionalista en un extraño maridaje en la que una opción generalmente reaccionaria, autenticamente de ultraderechistas se alía con otras posiciones que son decididamente de izquierda ERC o incluso extremaizquierda CUP.
Que un partido representante genuino de la oligarquía catalana, CiU, vaya de la mano de un movimiento asambleario y de tradición obrerista como ERC o ICV, no deja de ser asombroso y promete resultados interesantes que acabarán siendo estudiados en las universidades Ciencias Políticas.
De todos es sabido que los intereses de las oligarquias española y catalana son comunes. Pero CiU en su ambición de mas poder y cegada por la manifestacion del 11-S del pasado año. Vio la posibilidad de conseguir una ventaja política que ha acabado volviendose en contra de sus representados. Incluso mas allá de conseguir la independencia. No cabe duda que las condiciones que impondrá ERC serán muy perjudiciales para las patronales catalanas. E incluso letales en caso de independencia.
Pues al marasmo económico que seguiría a dicha independencia que seguramente dispararia el paro y la miseria en Cataluña, radicalizarían todavía mas las izquierdas catalanas, y no habría que descartar una socialización de toda la economía. Con confiscaciones y nacionalizaciones de empresas para evitar quiebras y deslocalizaciones. Una verdadera revolución en el corazón de Europa.
Es díficil que se llegue a tales extremos, pues lo mas probable es que la oligarquía española acuda en ayuda de la catalana, via intervención que evite la consulta y posterior aclamación de una parte de la sociedad catalana. A la manera de como fueron recibidas las tropas franquistas en el 39, pero en ridículo.
Sería una pena, no tanto como por el escarnio a la democracia, como la cercenación de un movimiento popular de emancipación social, que aunque confundido en un moviemto nacionalista, no deja de ser por eso un intento de imponer una justicia social.
Aunque también justo castigo para la izquierda catalana, que olvidandose de las clases populares del resto de España, pretendió salvarse ellos solos, dejando en la estacada al resto de la gente humilde que habita este desgraciado país.

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