Por un inoportuno robo a un equipo de la televisión marroquí que estaba grabando en el Parlament de Catalunya un programa sobre las autonomías españolas, nos enteramos que Marruecos quiere imponer un régimen autonómico en su territorio.
No podemos por menos que sonreir ante la ocurrencia de Mohamed VI, seguramente inducida por su homologo el satrapa de las Españas, Juan Carlos I, que recientemente compartió con él datiles y leche de camella.
El mismo robo de las cámaras debería de hacerles reflexionar, pues de eso se tratan las autonómias, del Gran Latrocinio. Y el desgobierno que permite que los chorizos y carteristas campen a su antojo.
Mohamed VI sabe que no puede democratizar su país sin perder la cabeza. Por otro lado el pueblo y la comunidad internacional le pide reformas. Seguramente ha pensado en democratizar por abajo, en diversas regiones, mientras que el gobierno central y el mando del ejercito lo mantiene él, como espada de Damocles por si alguno piensa en desmandarse. Justo igual que en España. Que grande eres Juan Carlos.
Pensará el bueno de Mohamed que con el Cafe Con Leche Para Todos, podrá aliviar las pretensiones de los saharagüis, cual vascos del sur. Otro tremendo error, no solo se reactivarár las justas reinvindicaciones sino que aumentará la violencia y los atentados. Aparte de que le sandrán nacionalidades impensadas, por ejemplo la de los berebers del norte, y otras de las que seguramente ni él tenía noticia.
Eso si, todos los nuevos y flamantes gobernadores democráticos se agenciarán su correspondiente AUDI mas otros gastos generales de suma insumable.
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