La fiscalía ha desestimado la denuncia interpuesta contra el anterior gobierno catalán por los informes fraudulentos. Como no podía ser de otro modo, no ve delito en pagar miles de euros por unas fotocopias sobre temas absurdos encargadas a amiguisimos de turno.
Alegremente se repartirían los dineros públicos, que es doctrina aceptada entre el pseudosocialismo no son de nadie.
La malversación corrupta de la partitocracía clama al cielo. La corrupción de la justicia es una vergüenza intolerable.
Ya no es cuestión de indignarnos como si fueramos franceses, hay que cabrearse contra estos canallas y no parar hasta echarlos todos a la puta calle, sino a la carcel.
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