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OPINIÓN
Félix
de la Fuente
¿Por quién lloran los independentistas?
‘Ni a la UE ni a los gobiernos de España se les pasó por la imaginación
aplicar las ayudas de este fondo únicamente a las regiones de España que
estaban por debajo del 90% de la media comunitaria del PIB, aunque de acuerdo
con la finalidad de este fondo bien podrían haberlo hecho. Es decir, Cataluña
pudo acogerse al fondo, porque España en su conjunto reunía los requisitos para
ello’.
El Fondo de Cohesión de la Unión Europea fue creado en 1994,
gracias al Reglamento del Consejo de Europa 1164/94, con el fin de
ayudar, como su propio nombre indica, a la cohesión entre todos los países de
la Unión Europea (UE). Este fondo debía servir de ayuda a los países más pobres
de la UE, es decir, a aquellos cuyo producto interior bruto
(PIB) no llegaba al 90% de la media comunitaria. Entre estos países
se encontraban Portugal, Irlanda, Grecia y España, países que por sus iniciales
en inglés recibirán después de 1994 el despectivo nombre de PIGS (cerdos,
en inglés).
Por aquel entonces, el PIB de Cataluña sobrepasaba ese corte del 90%.
Luego, en buena lógica, Cataluña no debería haberse
acogido a esa ayuda económica. Pero el Fondo de Cohesión de la UE no
es un fondo regional, como los fondos estructurales, sino un fondo que se rige por
criterios nacionales. ¿Quedó excluida acaso Cataluña de las ayudas de este
fondo?
Ni a la UE ni a los gobiernos de España se les pasó por la imaginación
aplicar las ayudas de este fondo únicamente a las regiones de España que
estaban por debajo del 90% de la media comunitaria del PIB, aunque de acuerdo
con la finalidad de este fondo bien podrían haberlo hecho. Es decir, Cataluña pudo acogerse al fondo, porque España en su conjunto
reunía los requisitos para ello.
Desde la creación de esta ayuda hasta 2006, Cataluña ha
recibido por razón únicamente de este fondo 3.900 millones de euros, es decir,
el 21 % del total español, que ascendió a 18.500 millones, cuando la
población de Cataluña representa aproximadamente el 16% de toda la población
española, según José Luis González Vallvé, director de la representación en
España de la Comisión Europea.
Con la entrada de nuevos países en la UE, España sobrepasó ese listón del
90% por razón del llamado efecto estadística. Es decir, la situación no había
cambiado mucho, pero al entrar en la Unión otros países más pobres y bajar, por
tanto, la media del PIB,España se acercó al 100% de la
media comunitaria. Por esta razón, aunque sobrepasa el 90% del PIB
de la media de la Unión Europea, España continúa acogida a este fondo.
A esa suma nada despreciable de 3.900 millones de euros hay que sumar los cerca de 2.000 millones para proyectos de
gestión de aguas y tratamientos de residuos que actualmente
están en marcha en Cataluña. Durante el período 2007-2013 Cataluña recibirá el
37% de las ayudas del Fondo de Cohesión destinadas a España.
Si algún día Cataluña se separara de España, ¿no debería devolver estas
ayudas del Fondo de Cohesión que ha recibido única y exclusivamente por estar
unida a España? ¿No deberían pararse todos esos proyectos subvencionados por el
Fondo de Cohesión que están en marcha? ¿Quién roba a quién?
Demos por supuesto, que es mucho suponer, que toda España, para liberarse
de esta eterna cantinela nacionalista de que “España nos roba” diera el visto
bueno a la separación de Cataluña. Ahora bien, lo que es más difícil de creer
es que el Gobierno, y mucho más difícil aún el Gobierno de Francia, diera su
aprobación para que Cataluña entrara en la Unión Europea. El ejemplo de lo que está pasando con Turquía debería abrir los
ojos a tanto pardillo embaucado.
Lo que sí es seguro es que Cataluña se vería excluida de este fondo e incluso de las ayudas de los proyectos aún en trámite.
Son, 6.000 millones de euros mas intereses, del Fondo de Cohesión de la
Unión Europea que Cataluña debería devolver.
¿Por
qué tendría que devolver ese dinero Cataluña? Pues sencillamente, porque
Cataluña ha podido disfrutar de esas ayudas por ser parte de España. Que lo
digan alto y claro los separatistas.
Félix de la Fuente es autor del libro Glosario jurídico-político de la Unión Europea
No sólo es eso. Si Cataluña se independiza y además, en plan nacionaista odiador, todos los productos fabricados en Cataluña perderían el mercado español. Y por supuesto, tendría que abandonar el euro.
ResponderEliminarCreo que una cosa es proponer la independencia con razones lógicas y otra cosa es el nacionalismo, que es el mal que enfanga a Cataluña y de rebote, al resto de España, con toda la corrupción local que se ha generado.
Yo, ademas pregunto, si se financian con 2.000 millones de euros de la UE los proyectos de gestión de aguas, a donde coño van a parar los impuestos del canon del agua que nos cobran en cada recibo, la entidad Metropolitana y la Generalitat para este fin.
ResponderEliminarYO SIGO PENSANDO QUE NO ES ESPAÑA, SINO LA GENERALITAT LA QUE NOS ROBA