Desde siempre el destino de los pueblos se ha decidido en la guerra, y generalmente en una gran batalla. Desde Salamina al Alemein, desde Lepanto a Waterloo. Millones de jovenes han dejado la vida inutilmente en esas grandes masacres, sin poder dedicarse al botellón, a maltratar a sus mujeres o a cobrar el paro.
Por suerte los tiempos cambian y en el mundo civilizado se ha cambiado la espada por el voto.
Tal es así que el día 28 habrá una gran batalla en Cataluña, donde se decidirá el destino de dos pueblos. No, no van a ser unas elecciones cualquiera, provablemente y si las previsiones se cumplen serán las últimas elecciones de la región catalana como parte de España.
El triunfo de Mas, solo o en compañia de otros, sera el último clavo que finiquite el gran proceso iniciado ya hace 30 años.¿Quién se acuerda?¿Cómo ha cambiado Catalunya? Hay que quitarse el sombrero ante tan magna obra de ingeniería social perpetrada por Pujol y sus secuaces. Aunque no sin la complicidad de los partidos mayoritarios españoles, PSOE y PP.
Tal vez el parepee y la engañifa dure todavía unos cuantos años, todavía hay mucha gente despistada que todavía no se ha dado cuenta que nos han dado el cambiazo.
Tal vez tendremos que ver la farsa del referendum, de como CiU lo convoca y como Madrid lo prohibe, dando mas argumentos a los agravios imaginarios catalanes, reforzando sus posiciones secesionistas y sensibilizando a los rezagados.
Cuando lo mas sensato sería permitir dicho Referendum, pieza de toque que desarmaría al nacionalismo. Pero no creo que España o los políticos españoles quieran seguir mucho tiempo mas con el lastre de Cataluña a cuestas.
Bobadas. Cataluña no será independiente. Ya está bien de ir gritando que viene el hombre del saco.
ResponderEliminarMi tía, con la que charlé largo y tendido el domingo, es independentista. Le expliqué detalladamente el programa de PxC y le pareció estupendo. El lunes, al levantarme (en su casa), me enseñó lo que había sacado del buzón: las papeletas electorales de PxC y ERC. Con un suspiro, dijo que tendría que hacer "pito pito colorito...". Pregunté por qué, si ambos partidos no se parecen en nada.
Señalando la palabra INDEPENDÈNCIA de ERC, dijo que es lo que ella quiere.
Entonces la tomé por las orejas y le expliqué que ahora pagamos a Madrid 10 mil millones, pero que si somos independientes, tendremos que pagar 21 mil millones a la UE y eso después de esperar años a que nos admitan, ¡ja!, que España puede vetarnos perfectamente.
Además, tendremos que pagar a España las carreteras nacionales en nuestro territorio, más un montón de cosas que son nacionales, nacionales de España, no de Cataluña. O sea, si ya estamos en la ruina, la independencia supone vender Cataluña por parcelas a los guiris, porque no habría manera de sostenerla ni dos días.
Mi tía no es tonta y admitió que es cierto. Se quedó suspirando por su fantasía.
Conque deja de sufrir, que Cataluña seguirá siendo España siempre. Lo que pretenden es inviable de todas todas.
Y otra cosa, llamar a Cataluña "lastre" es una ofensa. Yo no quiero la independencia, pero cuando leo estas cosas me cago en quien las dice.