Disciplina militar

Un grupo de trabajadores del aeropuerto de El Prat se ha manifestado esta mañana contra la privatización de AENA. Se han apresurado a decir que no piensa hacer ningún tipo de acción hasta pasadas las vacaciones de Navidad, que tan vitales son para el sector turístico.
Nos asombra tanta sensibilidad,¿será el aliento militar detrás del cogote?
Con todo, estos trabajadores tienen razón, la privatización de los servicio públicos es una putada. No solo para ellos, sino también para la sociedad, aunque en parte es culpa de ellos.Solo los funcionarios tiene sindicatos fuertes que les han convertido en unos trabajadores privilegiados con respecto al resto de los mortales, esto hace especialmente honeroso y antieconómica la función pública.Esto junto con las ansias de las oligarquías con hacerse con el pastel de los contratos estatales, supone una tentación para todos los gobiernos del mundo capitalista.
Pero no es cierto que la empresa privada funcione siempre mejor que la pública. Al contrario, véase los estados fascistas de todos los tiempos, donde tienen alarde siempre, que los trenes llegan a la hora.
Es el deterioro de la función pública, seguramente hecho a drede para privatizar mejor, tal como harán con los controladores, lo que impide que la administración funcione. Se impone una reforma del todo.
En primer lugar el restablecimiento del servicio militar obligatorio y sobre todo de la prestación civil sustitutoria para objetores. Se sabe que los reclutas son muy malos soldados, pero se trata de que la gente, sobre todo mujeres se hagan objetores, con lo que se obtendrán miles de funcionarios, prácticamente gratis.
Segundo prohibición de sindicarse a los funcionarios. Es claro que la libertad sindical se está viendo comprometida por culpa del sindicalismo funcionaril, que a su vez funcionariza a los sindicatos olvidando a los trabajadores de la privada.
Tercero un convenio laboral para los funcionarios en los que al menos salarialmente este tres puntos por debajo de los convenio de las empresas privadas. Han de pagar el puesto vitalizio de alguna forma.
Cuarto un código penal o disciplinario especifico para funcionarios, tal como el militar, aunque un poco mas suave. Pero que contemple el arresto y las penas de flagelación. Imprescindible que todos los edificios públicos cuenten con calabozos donde puedan ser encerrados los indisciplinados hasta tres días por orden de sus superiores.
Con estas y otras medidas que pudieran tomarse si hubiera voluntad pólitica el estado iría como la seda.