viernes, 17 de diciembre de 2010

DATOS EXPERIMENTALES DEL CALOR HUMANO

En estas fechas cercanas a la navidad parece ser que se impone con mas ainco el calor humano en las personas y las sonrisas afloran con más facilidad, y eso alegra creo o al menos lo parece.
El caso que siempre he dicho que es una falsa felicidad y las sonrisas son hipócritas nos quitamos la careta de lo insulso y nos enternece escuchar un villancico (particularmente eso no me pasa)
En mi comunidad de vecinos somos 14 casas mal avenidas, pero por estas fechas uno de los vecinos discordantes, pone un gran árbol de luces y villancicos a todas horas, siempre le critican yo la primera por los ruidos que hace y lo mal educado que es, pero ahora nadie dice nada. Se hacen competiciones de quien pone en la puerta el adorno navideño mas grande y original.
Y el portal se adorna con motivos navideños, hasta en la escalera tenemos una ristra de papas noeles subiendo por el rellano. Hace unos años nos juntábamos los vecinos cada uno con un plato y juntos en armonía comíamos y brindábamos con cava o sidra. Ahora no se hace.
Este año he querido experimentar varias cosas, a ver si es cierto ese calor humano que sale por los poros todas las navidades. Y haciendo caso a un comentario de escalera que es una pena que nos llevemos tan mal y sería genial volver a juntarnos con los dulces en la escalera y limar asperezas. Esto dio a que se me ocurriera un experimento.
Hice con el Word e imprimí unas octavillas muy monas y coloreadas unas invitaciones anónimas donde invitaba a los vecinos un sábado a una hora determinada, una reunión vecinal navideña llevando cada uno un manjar y se pusiera en el tablón de anuncios los que irían, a parte de meter también el pesado amigo invisible. Y a cada uno el que peor se lleva le dejé quien le había tocado hacer un regalo. Hace ya una semana de esto.
En la escalera no se habla de otra cosa, y la gente se pregunta quien habrá sido.
El caso que en tablón de anuncios nadie se apuntado todavía, y se escucha "yo a este gilipollas no le regalo nada" A unos les gusta, a otros no.
Anoche bajé tarde al tablón y puse otro cartel. ¿ALGUIEN TIENE INTERÉS EN CELEBRAR UNA NAVIDAD VECINAL? Con la lista de los vecinos incluida. Si no se quiere o puede se ruega pongan una cruz en la lista en su nombre los no interesados.
Por otro lado en mi puerta he colgado (faltaba yo de poner) el adorno navideño, una corona verde con hojas rojas y en el centro un papa noel sin cabeza colgado por los pies. Espero reacciones.
Ya os iré contando. Estoy segura que mi corona traerá cola y que no se celebrará la navidad vecinal ni si quiera los que gustarían de ello. Si me equivoco pongo una campana en vez del papa noel decapitado.
No estoy tarada, solo me gusta experimentar con situaciones, y mis vecinos son dignos de estudio.

2 comentarios:

  1. ¡Jo, reaparece uno de los personajes más "entrañables" de Anita: el vecino hijo puta!... En algunos aspectos se parece usted a Belén Esteban. ¡En "algunos", no me malinterprete!
    Siga experimentando y no deje de contárnoslo. Lo del Papa Noel colgando a lo Mussolini despues de muerto es todo un punto. ¿Por qué no invita usted a una morcillada a los testigos de Jehová?... Anuncie que el "amigo invisible" va a ser erótico, que sólo vale intercambiar objetos porno y sado maso. Lance el infundio de que la vecina más maciza les va a deleitar con la danza del vientre y que hay un importante premio en metálico para el que le queme el arbolito al vecino hijo puta. ¡Viva la fiesta, Doña Anita!
    ¡Besos profanos navideños!

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