Samuel Koch, un chico de 23 años, quiso presentarse al programa de televisión "Wetten Dass..?" que viene siendo el "¿Qué apostamos?" pero en Alemania. En dicho formato la gente intenta superarse mostrando habilidades y retos poco comunes, originales, divertidos y, en ocasiones, muy peligrosos.
Samuel quiso demostrar ante la audiencia que era capaz de saltar sobre cinco coches en marcha sólo sirviéndose de unos zapatos especiales, una especie de zancos saltadores. Pues bien, se jugó la vida en directo y casi la pierde.
Tras saltar el último coche, la caída fue tremenda. El joven cayó de cara contra el suelo quedando inconsciente ante todo un país que se quedó atónito ante la brutalidad del accidente. Ahora la ‘apuesta' le puede costar a Koch quedarse paralítico ya que se ha fracturado varias vértebras según informa el parte médico. De momento, el chico sigue en un coma inducido y no se sabe cuándo despertará. Sus familiares están destrozados, en especial su padre que conducía el coche que Samuel no pudo saltar.
Samuel quiso demostrar ante la audiencia que era capaz de saltar sobre cinco coches en marcha sólo sirviéndose de unos zapatos especiales, una especie de zancos saltadores. Pues bien, se jugó la vida en directo y casi la pierde.
Tras saltar el último coche, la caída fue tremenda. El joven cayó de cara contra el suelo quedando inconsciente ante todo un país que se quedó atónito ante la brutalidad del accidente. Ahora la ‘apuesta' le puede costar a Koch quedarse paralítico ya que se ha fracturado varias vértebras según informa el parte médico. De momento, el chico sigue en un coma inducido y no se sabe cuándo despertará. Sus familiares están destrozados, en especial su padre que conducía el coche que Samuel no pudo saltar.
Ante el aluvión de críticas, el programa alega que en los ensayos todo había salido a la perfección y
que nadie esperaba el trágico desenlace. Además, en 29 años de programa nunca había sucedido nada
En mi opinión no todo vale. Pero en caso de formatos de riesgo, que los hay y ahí van a seguir, qué menos que unas medidas de seguridad dignas y acordes con cada uno de los retos presentados. Soy consciente de que el programa no obliga a nadie a hacer nada, que a cada uno "expone su vida" al presentar su desafío, pero como espacio televisivo que acoge esas ‘locuras', deberían estar más preparados para situaciones límite como la de Samuel. Ahora sólo queda esperar que el joven se recupere lo antes posible.
Lo vi ayer en yahoo. Así es, "todo vale" para los negociantes televisivos.
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