Mucho se ha explotado políticamente el nacimiento del primer niño del año, como un simbolo del devenir, era celebrado y visitado por los medios y los políticos. Recuerdo a Jordi Pujol adoptando a muchos de esos niños.
Este año a sido diferente, el primer niño nacia bajo el estigma de ser el primero en perder los 2.500 euros del cheque bebe. Una circunstancia no prevista por los legisladores. Así es como Artur Mas ha desistido de fotografiarse con el primer niño del año y ha mandado a un segundón que se ha encontrado con la papeleta de que el primer niño del año pertenece, no a una familia catalana o española, sino a una familia tradicional marroquí. Mujer con pañuelo, 5 hijos más y marido obrero que naturalmente por mucho que gane, nunca podrá mantener esa familia en una sociedad occidental, sin el apoyo de otros familiares...o el estado. ¡Ay!el estado.
Inmediatamente a todos nos ha venido a la memoria el anuncio del partido ultraderechista sueco:
Con el primer niño del año, el partido PxC ha ganado un montón de votos. Bien podría el Anglada apadrinar a dicho niño, se marcaría un tanto en su discuro de que no esta contra los emigrantes, sino contra la emigración descontrolada y sería un gesto de agradecimiento.
Mientras PxC crece, los otros partidos miran para otro lado. La emigración será un signo de nuestros tiempos, pero son unos tiempos que no nos gustan, por lo que tienen de abuso de los trabajadores y máximas ganancias del empresariado. De una globalización aberrante que pretende dividir el mundo entre una elite muy rica y el resto muy pobre. El modelo es Dubai a escala planetaria.
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