sábado, 29 de enero de 2011

Monsters. Crítica cine


Aprovechando que la ley Sinde todavía no está en vigor, hemos vista esta singular cinta gratis por la patilla en el Megavideo. Bueno, eso de gratis es un decir, pues la parte del león se la lleva Telefonica, Yacom y los espabilaos de Megavideo, esos si que están haciendo negocio...y nadie les conoce. La sede parece que está en Hong Kong, sospechoso ¿verdad? ¿Quien podría estar interesado en acabar con la industria cinematográfica americana? Ciertamente ya viene bien que alguien les baje los humos a las megaestrellas y sus supersueldos y ganancia de escandalo.
Por otro lado Megavideo hace poco daño a las películas españolas, porque solo se suelen subir películas de éxito, o sea que si te piratean es porque ya has ganado demasiado, abusón. La gente no va al cine por otras causas. Quizás ya no es atractivo socialmente, excepto para la juventud.
Volviendo a la película, que por el título y el tema podría parecer que se trata de una superproducción en realidad es una película barata presupuestariamente hablando, pero rodada con imaginación y talento. ¡Aprende George Lucas!
De ciencia ficción tiene poco, se trata de una película romántica de formato road-movie. Pareja atípica que se enamora viajando por países exóticos. Que el país este infectado de peligrosos alienigenas es una anécdota de fondo para darle tensión y emoción al conjunto.
Contado así parece una tontería, pero la película tiene mas enjundia que todo eso. Pues no deja de ser una película apocalíptica de las que veremos muchas próximamente...como anunciando algo.
Claramente el autor se habrá inspirado en alguna pesadilla personal. ¿Una pesadilla o una revelación? El que haya mezclado los alienigenas con los emigrantes y la situación del tercer mundo tan hábilmente tiene su punto inquietante.
Miramos el espacio como una amenaza, pero quizás los monstruos somos nosotros.

1 comentario:

  1. Sí, señor, los monstruos somos nosotros, y nunca vamos a tener un encuentro en la tercera fase porque los alienígenas saben de la mala fama que les hemos creado y no se atreven a poner un pie en la Tierra.
    ¡Viva el cine imaginativo!

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