El pasado miércoles 12 de enero se cumplió un año del terrible terremoto que asoló Haití dejando al menos 150.000 muertos. Durante un par de meses, todos los medios de comunicación dedicaron gran parte de sus espacios a esta desgracia y tiraron del morbo, como no, al contar las historias más llamativas de algunas de las víctimas y también de unos pocos supervivientes. Durante este período de tiempo, las ayudas no cesaron, tanto por parte de las diversas organizaciones que siempre se movilizan cuando ocurre algún desastre, como por parte de particulares que donaban lo que buenamente podían. Poco a poco, empezaron a remitir las noticias sobre Haití, y a su vez, las ayudas también disminuyeron. Una vez más, la humanidad fue capaz de olvidar una catástrofe.
El miércoles los medios recordaron lo que pasó justamente un año atrás. Mostraron todos los actos que llevaron a cabo los haitianos para conmemorar a sus muertos, volvieron a hacer balance y hablaron de las calamidades que está pasando el país más pobre de América. A lo largo del año, rara vez hemos tenido noticias de las atrocidades que están sufriendo los niños, ya que muchos menores están siendo obligados a ejercer la prostitución. Niñas y mujeres son violadas a diario en los campos de refugiados, apenas pueden alimentarse y la higiene y la sanidad brillan por su ausencia.Seguramente, el miércoles al escuchar esto, todo el mundo se llevó las manos a la cabeza otra vez, pero al pasar a la siguiente noticia, ese escándalo interior disminuyó y no volverá a repetirse hasta el 12 de enero de 2012, cuando otra vez nos obliguen a recordar a Haití; así será hasta el día que los medios se cansen de recordarlo y el seísmo caiga en el olvido definitivo.
Esta visto que Haiti es un estado inviable o fallido. Hay otros mas y muchos mas que se iran sumando. Esa es la tónica hacia la que avanza el mundo. Por lo que dificilmente saldrán del hoyo, sino que otros se les unirán.
ResponderEliminarLo más jodido es que viene pronto la época de huracanes y no hay un plan para proteger a los que están practicamente en la calle. Además, las tiendas de campaña no resistirían la virulencia de un huracán. Haiti es un país con mala folla. Pero los marines se han hecho omnipresentes en la zona, simplemente para decir "aquí estamos".
ResponderEliminar¡Saludos amables, concienzuda redacción!
No estoy de acuerdo con que Haití sea un estado inviable, si hoy por hoy lo es, igual que otros muchos, es porque lo más fácil es mirar siempre para el lado donde no hay problemas o son más fáciles de llevar. La tendencia actual es que los países a los que hoy se les considera ricos lo van a seguir siendo e incluso lo serán más, y lo conseguiran hundiendo aún más a los pobres.
ResponderEliminarObdulio, ¿qué plan va a haber? Son los más pobres de América, unos desgraciaos, qué más da si se mueren. Luego saldrán todos los políticos para lamentar la desgracia, ¿y qué han hecho ellos para evitarlo? Nada.
Pues se presenta un panorama muy chungo. Los huracanes pueden hacer estragos. En cualquier parte hacen un daño considerable, así que ya me dirá en Haití.
ResponderEliminarSigue sin desescombrarse del todo, las mujeres están indefensas y son violadas cada noche, se han tenido que suspender las elecciones porque no había garantías y cae en manos especuladoras una gran parte de la ayuda que se les envía. Y, según las últimas noticias que tengo, hay un enorme hospital privado, con material quirúrgico de primera calidad, cerrado porque no resulta rentable. Y no hay una autoridad que decida expropiar ese hospital y permita que lo utilicen los médicos voluntarios de todo el mundo. ¡Acongojante!
Y lo que faltaba: Acaba de regresar a Haití "Papá Duvalier", el gran hijo de puta culpable del genocidio de unos 60.000 haitianos y de su miseria atroz. ¿Qué pinta esta alimaña ahora en Haití?
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