Chile, Nueva Zelanda y ahora Japón. Aunque lo de Japón supera toda medida. Las placas tectónicas se mueven y están tan apretadas que cuando se ajustan de un lugar se produce un hueco en otro. Si, estamos pensando en el Big One.
El tan esperado terremoto que hundira San Francisco y Los Angeles en el Pacífico (de pacífico nada). ¿No os suena de algo?
Efectivamete la película "2012". No es la primera vez que el arte supera y predice el futuro. Recuerdese la famosa novela escrita en 1910 sobre un barco inhundible, el TITAN. Los poderes de predicción del hombre están mas que demostrados, también en los animales.
No quiero asustaros, pero tras el hundimiento de California viene la explosión de la caldera volcánica de Yellostone y la extinción masiva de la vida tal como la conocemos en La Tierra.
Sed buenos, cabrones.
Prometo ser un cabrón bueno siguiendo su consejo. Seré en tal caso un rara avis porque el mundo está lleno de bellísimas personas muy hijas de puta. Pero, en fin, hay que variar.
ResponderEliminarNo nos obsesionemos con el "fin del mundo", señor director. Si viene, que venga. Así no tendremos una muerte vulgar como la inmensa mayoría de los que nos han precedido. Asistiremos al "mayor espectáculo del mundo" sin pagar la entrada. ¡Toda una gozada!
¡Abrazos!
Si tuviésemos que hacer caso a todas las predicciones del fin del mundo que se hacen desde hace siglos...
ResponderEliminarOpino como Don Obdulio, si llega, que llegue, total, no se puede evitar, ¿no? Y si mañana mismo te cae en la cabeza un destornillador tirado desde el 9º piso por un niño coñazo, ya se habrá acabado el mundo para ti.
No hay que obsesionarse, la vida se termina en un momento u otro y punto. Estamos aquí de paso.
(Don Obdulio, ya he llegado allí abajo. ¡Salud!)