Las monjas pecadoras

El extraño caso del robo de un millón y medio de euros en un monasterio de clausura a unas monjas con voto de pobreza, viene en el peor momento que podría darse en este país.
Si bien la iglesia católica, pese a su cerrazón ideológica reaccionaria, estaba escapando bien de los escándalos de pederastia que aflijen a otros países (aunque yo mismo fui toqueteado por un cura). Incluso tenía buen prestigio debido a su labor dentro de la acción de su organización Caritas, último recurso de los desesperados de este país sumido en una crisis económica sin precedentes.
Sin embargo vemos que ni las monjitas ni nadie es de fiar en el Reino de los corruptos.
Al evidente fraude fiscal, se suma otro mas que evidente delito penal de blanqueo de dinero. Agravado con la torpe intervención de un abogado que sin duda ha aconsejado mal a las monjas, que ya no podrán alegar ignorancia de ley. Las presuntas delicuentes del habito deberían de ingresar en prisión, sobre todo la abadesa y sor Isabel, la pintora genial, factotum de todo el tinglado. Un golpe a la iglesia y una bendición al arte, pues podrá cambiar los retratos hiperrealistas (demasiado realistas como puede verse) de ángeles y vírgenes por el de mujeres mas reales castigadas por la vida y la ley.
La iglesia católica no solo es pecadora, sino que es corrupta. Que digo es el origen de toda corrupción, ya hemos visto que está desprovista de toda moral. Ya lo señalo el filosofo Max Weber, la concepción del mundo y el pecado en su imaginario que puede ser perdonado en confesión o simple arrepentimiento mental, hace que su moral sea muy laxa. No es de extrañar que los países católicos sean los mas corruptos del mundo. Italia, España, Sudamérica son ejemplos claros.
Cal una auditoría exaustiva de los dineros de la iglesia católica y el desmantelamiento de su red caritativa, tapadera de vete a saber que, por una auténtica política de asistencia social, de justicia social.