Yogui o yonky

Dos palabras de cacofonía similar, como similar es lo que pretenden los sujetos a los que aluden. Tanto el yogui como yonky buscan el nirvana.
El yonky de manera rapida e instantanea y yogui tras años de esfuerzo y disciplina. Durante el proceso el yonky pierde el control de si mismo y de lo que le rodea, el yogui alcanza la perfección física, mental y espiritual. El primero acaba como una piltrafa, el segundo alcanza la santidad.
Que dos precios y que dos caminos mas dispares para alcanzar el mismo objetivo. La comunión con el cosmos.
Sin embargo los dos caminos al paraiso les estan vedados al común de la gente, ambos se necesita mucho dinero para alcanzarlos. Un yonky o es rico o es un desalmado que no dudara en robar o prostituirse para alcanzar el efimero paraiso.El yonky en ese aspecto es mas valiente que nosotros, renuncia a la apariencia en busqueda del infinito. Cambia gloria de un instante por muerte en vida. Para practicar el yoga también necesitas pasta, no solo para pagar al maestro o profesor sino para dedicarle tiempo a la meditación y el ejercicio. No nos queda mas remedio que debatirnos en nuestra apariencia de vida, donde hacemos ver que dominamos nuestro cuerpo y nuestra mente, pero en vano.
Ahora entendemos porque el budismo acabo fracasando en la China, no fue tanto por la persecución de los emperadores, sino por el fácil acceso al opio. La gente no estaba por el esfuerzo que supone una vida de meditación y ejercicio.
Desde este periódico reinvindicamos el derecho al nirvana. Los poderes públicos deberían de facilitar el acceso a ese estado de máxima felicidad. Entiendo que con las actuales drogas no se puede hacer mucho, pero ha de investigarse hasta encontrar el soma perfecto del que hablaba Huxley en su Un Mundo Féliz, así como incluir el yoga en la enseñanza primaria, tal como hacen en la India.