Instituto Tavistock

Interesante el nuevo libor de Daniel Estulin, el del Club Bilderberg. No he podido leerlo pero por lo que he escuchado en la radio y visto en internet, estariamos ante la madre y padre de todas las conspiraciones. Viene a decir que toda la civilizacion occidental es una farsa.
Todo empezaria en la Alemania nazi. Siempre nos ha sorprendido la brutalidad de la solución final, el gran exterminio de los judios. Pues bien, eso era solo el principio, los nazis tenían previsto eliminar también a los eslavos y a los negros. En realidad a todos los no arios. ¿Por que de semejante barbaridad?
Hay que retrotraerse al ambiente nacionalista y racista de la época. Los alemanes sabían que La Tierra es limitada y que pronto no cabrian todos los seres humanos en ella, en el pensamiento colonialista de la época eran o ellos o nosotros, mejor dicho todos. El aniquilamiento de los nazis trajo consigo tambien el fin de la era colonialista, pero el problema persistía y persiste. Ya somos 7.000 millones, La Tierra solo puede soportar 12.000, que se asumirán sobre el 2.050.
Una forma de retrasar esa catastrofe anunciada, pues es de cajón que habrá guerras sin cuento. Tal vez guerras de exterminio al antiguo estilo nazi. Fue la invencion de la contracultura.
Efectivamente la contracultura de los años 60, que es la cultura de hoy en día, fue una operación de lavado de cerebro llevaga a cabo por el Instituto Tavistock instigado por los poderes oligarquicos, los del Club Bilderberg.
El pilar de la contracultura es acabar con la familia tradicional, productora irremisible de hijos a mogollón. De ahí nació el gran impulso a la liberación de la mujer, el amor libre, el divorcio, la pildora, el aborto, el matrimonio homosexual...todo lo imaginable para parar la explosión demográfica. Las herramientas que se usarón fueron las drogas como el LSD, la heroína, el canabis y otras de diseño. Todo para conseguir una desnaturalización del hombre y la mujer, que tienden lógicamente a la procreación masiva de la forma mas eficiente. La familia tradicional.
Paises que no estaban en esta orbita, como China, impusieron el hijo único.
Ahora occidente se enfrenta también al paradigma musulman que rechaza la cultura occidental y promueve la natalidad sin trabas con el consiguiente trastorno que ya se aprecia con las Primaveras Árabes, que van a acabar muy, pero que muy mal.