Alfred Marshall |
España tuvo un potente entramado de bancos públicos de los que hoy no queda vestigio. Pero este murió, tras el tozudo empeño privatizador desarrollado durante los gobiernos socialistas presididos por Felipe González y posteriores.
Evidentemente, ahora estamos pagando las consecuencias de haber liquidado a precio de saldo tan alegremente un instrumento cuya utilidad evidencian las tribulaciones del puente de gobiernos (ZP, Rajoy) en sus fallidos intentos para promover el crédito y refinanciar pasivos.
Ya existía la banca pública desde tiempos y, posiblemente, con mayor influencia en el tejido mercantil que ahora. En la década de los ochenta otorgaba más del 20% de los créditos, mientras que el resto correspondía a la banca privada y a las cajas de ahorros. A principios de los noventa la banca pública concedía todavía el 15% de los créditos cuando el Gobierno del PSOE decidió unificarla en el grupo llamado Argentaria para facilitar su privatización en bloque. Tras la pérdida de las elecciones por el PSOE, este proceso se remató durante el Gobierno del PP Suárez) con la integración de Argentaria en el grupo privado BBV –dando lugar al actual BBVA–,con lo que el Estado se desprendió finalmente de su participación minoritaria. La estrategia privatizadora alcanzó extremos surrealistas en su afán de liquidar cualquier traza de banca pública, como fue la segregación de las sucursales que tenía la antigua Caja Postal en las estafetas de Correos, para ofrecérselas al Deutsche Bank, cuya presencia aparece hoy insólitamente vinculada a las 2.000 oficinas de Correos que colman casi todos los pueblos de España. Si triste es que un Banco alemán sea dueño y señor de la “Caja Postas de España mucho más triste es que el gobierno actual, el de Rajoy, mediante decreto apruebe avales por valor de 100.000 millones de euros para garantizar la solvencia del sistema bancario español, al día siguiente, el Gobierno vendió 10.000 millones para refinanciar deuda propia. La otra novedad del Consejo de Ministros es que las cajas de ahorros ya no tienen que donar sus beneficios a causa social, es mejor que se las den a los políticos, los pobres están más necesitados. Digo pobres, no económicamente, pobres por incapacidad en el desarrollo de sus funciones.
La última Cena (L. Da Vinci) |
Volvamos que se me va….La banca pública nació para asegurar que los antiguos servicios de crédito del Estado pudieran ejercer directamente sus funciones de intermediación financiera sin depender de las entidades privadas, como sigue ocurriendo en bastantes países. Pero en España, tras haber desmantelado la banca pública, el Estado perdió esas funciones, por lo que el propio Instituto de Crédito Oficial (ICO) tuvo que recurrir a la banca privada para colocar sus préstamos. Resulta penoso observar cómo la banca privada no sólo ha hecho caso omiso de las llamadas de SOS del ínclito Zapatero “hay que arrimar el hombro” en la concesión de créditos, sino que ha exigido al Estado mayores comisiones y garantías para conceder los préstamos del ICO, a la vez que hacía gala de sus millonarios beneficios. Es decir, que la banca privada, además de negarse a modificar los criterios en la concesión de créditos, saca la máxima tajada posible por el mero hecho de tramitar los del ICO, dejando por completo fuera de lugar las ingenuas sugerencias del presidente Zapatero.
Karl Heinrich Marx |
El desmembramiento del sistema bancario entra en franca contradicción con las funciones que ahora se plantea el Estado con motivo de la crisis. Tras tanto adelgazar al Estado y engordar los negocios privados, el volumen y los riesgos de estos crecen a un ritmo muy superior al de los recursos públicos. Por ejemplo, si en 1995 el importe de los créditos doblaba al de los ingresos fiscales del Estado, en 2010 lo quintuplica, con lo que son cada vez más limitados los recursos públicos en comparación con los privados. Durante la crisis bancaria vivida entre 1977 y 1987, el saneamiento de las entidades financieras españolas exigió al Estado ayudas multimillonarias en pesetas y, lo que es peor, la crisis actual va camino de exigirlas en euros. En este caso, sería razonable aprovechar, al menos, tan enorme esfuerzo para reestablecer la propiedad y el control del Estado en el sistema bancario y así paliar los excesos privatizadores del pasado, aunque poco o nada les queda por vender. Bueno, si; mano de obra cualificada.
“”Un banco es un lugar que te presta dinero, si sabe que no lo necesitas””
Excelente post. Te importa que lo traslada a la sección de economía?
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