Un sistema de Gobierno, roza la tiranía, cuando la diferencia salarial, entre el sueldo más bajo y la más alto se triplica (J. Hanz). Rajoy propone que los directivos de bancos o cajas intervenidas o en vías que se bajen el sueldo a 500.000 euros/anuales. Le recuerdo que, en España, el SMI es de 641 euro/mes. El marido de Cospedal, directivo de la CCLM antes de ser intervenida cobraba más de 15 millones de euros, ahora intervenida, el hombre, solo cobraba 850.000 euros. Este Ignacio López del Hierro, es un caso, consejero delegado de Bami –En Ley Concursal- directivo de Metrovacesa –arruinada- delegado de Renta Corporation –Ley concursal- y delegado para España del Banco japonés Nomura que ha cerrado sus operaciones en España. Es un lince. ¿Por qué no se tiran los trastos PP y PSOE en la bancarrota de CCLM? Sencillo, ambos han robado
Igual, después todo se queda en agua de borrajas; pero, al parecer, el Gobierno quiere que las entidades financieras que hayan recibido ayuda del FROB tengan limitados los sueldos de sus directivos y consejeros. Para mi es una medida oportuna aunque a destiempo que las cajas de ahorro que han tenido que ser nacionalizadas y cuyas cuentas dependen, por lo tanto, del presupuesto publico y las entidades que no han llegado a esos extremos, pero que han tenido que recibir préstamos y avales, también con el dinero de todos, pusieran un mínimo de contención en las nóminas de sus mandamases.
“Todos los bancos intervenidos tendrán sueldos controlados” era la editorial de varios medios de comunicación, pero creo que hasta han falseado los sueldos aquellos que los han dado, porque no hay que olvidar que hay alguna caja que aun no lo ha hecho. Pero bien, sobre todo teniendo en cuenta que las cajas, fundamentalmente, han sido durante muchos años el retiro dorado de muchos políticos que eran compensados así por los servicios prestados. Las mayoría de los escándalos que hemos visto en las cajas de ahorro, convertidas en el botín de guerra del partido que ganaba las elecciones, se ha debido a que los partidos metían la cuchara en ellas, proporcionalmente al poder que tenían en cada momento y ¡claro! tanto fue el cántaro a la fuente que terminó rompiéndose en mil pedazos.
Solo hay que echarle un vistazo a los sueldazos que se han publicado -que oscilan entre 2,3 millones de euros anuales y 450.000, sin contabilizar dietas, bonus o planes de pensiones- para aplaudir a manos llenas que el Banco de España establezca una limitación de las retribuciones.
Parece ser que el límite salarial que está barajando el Gobierno puede estar fijado en torno a medio millón de euros, ¡Manda huevos¡ que, de momento, estamos pagando todos los españoles, lástima que para muchos de estos directivos supone un sustancioso recorte pero que, para el común de los mortales, es todavía una cantidad astronómica. Sea como fuere ¡ya era hora! porque aquí mucha promesa incumplida con la subida del IRPF, mucho desmadre del déficits, mucho asustar con esa cifra de 40.000 millones de euros que el Gobierno debe sacar de debajo de las piedras, pero da la sensación de que ¡al final! los paganos siempre somos los mismos y los ricos, ricos de verdad, siempre se van de rositas gobernando la izquierda o la derecha, da igual. De la anterior etapa de gobierno se me quedó grabada una reflexión que Zapatero hizo en un encuentro privado con gente muy principal: "Las clases medias lo resisten todo", dijo para asombro de los presentes. Lo malo no es que lo dijera sino que se lo creía y ese pensamiento parece que está cada día más extendido entre los gobernantes, hasta que esas clases medias terminemos muriendo de extenuación. Si es la hora de los sacrificios lo justo es que paguen más quienes más tienen o al menos que haya un reparto equitativo entre todos. Si es verdad, como es, que se acabó la fiesta lo inconcebible, por injusto, es que siempre las estrecheces caigan de un lado. ¡Ya era hora! de que empezáramos a ver algunos gestos, que son los primeros, pero no deben ser los únicos. La acción de los nuevos gobernantes ha de ser ejemplar, pero también debe ser ejemplarizante para que sea más leve esta sensación agobiante de inestabilidad y de miedos por todos lados.
“Creo que las instituciones bancarias son mas peligrosas que un ejercito. Los bancos y las corporaciones que crecerán alrededor de ellos privaran al pueblo de su propiedad hasta que sus hijos despierten sin casa”
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