La regresión de Mari Tere De la Vega, no quiere decir que regrese.

Que la revolución del 68 no mejoró en nada el estilo y, lo que es peor, el bienestar de los pobladores del mundo; no cabe la menor duda ¿Por qué? Sencillamente, porque fue obra de jóvenes aburguesados.

Ese debe haber sido el síndrome de abstinencia de María Teresa Fernández de la Vega, esta burguesa de izquierdas ha sido jubilarse y, físicamente, se ha puesta hasta buena, dicen que ha pasado hasta por cinco clínicas americanas, pero ¡vaya trabajo¡. Igual esta si que se pone al alcalde de Valladolid, más o menos coetáneos. Eso de que todo lo que facilita, debilita; me parece que va ser cuando menos cuestionado. En plena crisis, se jubila con casi 8.000 euros/mes, o lo que es igual la vida resuelta, seguro que ha pensado “Yo me pongo guapa y sensual (sexual lo cuestiono), me busco novio y a vivir que son dos días.

La maja desnuda, Francisco de Goya.

Lo de que hay que guardar la jerarquía de valores, lo digno y lo indigno, lo sano y lo morboso o el feminismo y lo femenino; con la ya no podemos llamar cacatúa, NO VA. Se ha puesto bien guapa, para mí, que con la sana intención de ligarse a algún pepero agilipollado y matar dos pájaros de un tiro.

Todas la mujeres tienen que tomar buena nota, no trabajar.

Que te vaya bien, Mari Tere, más que yo te deseo.

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