viernes, 26 de octubre de 2012

Una opinión mas


Acabo de repasar en internet los partidos políticos que se presentaron en Francia a las últimas elecciones, en concreto los diez más votados. He observado que ninguno de ellos pone en cuestión la unidad de Francia y ninguno de ellos es nacionalista separatista. Es más, en la Cataluña francesa observo un porcentaje considerable de voto en favor de la derecha nacionalista francesa de Le Pen. Sin complejos, en Francia un partido que proclama su deseo de acabar con Francia es ilegalizado y sus líderes son multados y van a prisión; si en la prisión reciben manifestaciones en favor de los presos son trasladados a Córcega; y si en Córcega persisten las manifestaciones en favor de los presos éstos son trasladados a la Oceanía francesa, sin complejos.
En España, por no reñir y mantener en el trono al nuevo Jefe de Estado, se hicieron filigranas y se construyeron mentiras como Autonomías que hasta tuvieron que inventarse la bandera, en tanto otras recibían el libro blanco de los niños de esa región para que los vividores de la banderita pudieran escribir en él lo que les pareciera. Hoy, treinta y cinco años después, esos niños de entonces escriben sobre los españoles como si ellos no lo hubieran sido nunca sino a la fuerza, seguramente porque les han contado y repetido que los españoles son los otros, no ellos, y que España ha de ser destruída.
No imagino en Francia o Alemania, Portugal o Polonia, a nadie que viva de los contribuyentes, pertenezca a un partido con representación parlamentaria, y dedique su tiempo a propalar la idea de que su nación ha de ser destruída y fragmentada, incluso obligada a ser expulsada de los conciertos internacionales, porque pagarían con prisión perpetua el delito de traición a la Patria.

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