Lo que está pasando en Egipto pareciera que nos pilla lejos, casi tan lejos como las matanzas en Siria. Pero sin embargo se está larvando una guerra que acabará implicandonos.
No es la batalla entre un dictador malo y unos grupos dudosos como en Siria. Sino del integrismo islámico, de la misma raiz que el que atacó las torres gemelas y los trenes de Madrid, y grupos demócratas y cristianos coptos. Está claro que occidente ha de tomar partido si las cosas se ponen mal. No solo para apoyar a los que defiende la democracia y la libertad, sino para salvarguardar los intereses de occidente. Egipto, por muy país árabe que sea, es la raíz de todas las civilizaciones.
Si el ejercito egipcio no para los pies al presidente y los Hermanos Musulmanes y otros grupos salafistas, la intervención de la OTAN ha de ser inmediata. No creo que está vez Rusia ni China se opongan, atendiendo a los problemas que tienen con sus grupos islámicos.
El escenario de una guerra inminente se perfila mas claramente cada día que pasa.
Los incautos que aplaudían la famosa revolución islámica ya pueden contemplar lo que ha resultado.
ResponderEliminarEl Islam es anti democrático porque por definición antepone la Ley de Alá a la Ley de los Parlamentos.
Sólo se le contenía por la fuerza de las dictaduras militares laicas. Sin duda tendrían defectos, sobre todo porque nacieron a la sombra de la antigua URSS y evolucionaron poco, pero eran un mal menor.
El Islam es un problema muy serio en el mundo actual. Es el medioevo intentado oponerse al mundo tecnológico.
La gente no se da cuenta, o no quiere darse cuenta, de que el islam es un peligro real ya, ahora mismo.
ResponderEliminarResulta absurdo ir con la cantinela de lo políticamente correcto porque con ella se está defendiendo a quienes te cortarán el cuello sin inmutarse en absoluto.
Como si no tuvieramos bastante con las "ocurrencias" y "funcionamiento" de los nuestros, ahora, al lado, a "estos iluminados".
ResponderEliminar¡Cuánto prepotente fastidiándolo todo!