En contra de lo que pensaren mis amigos independentistas, yo estoy a favor de que Cataluña sea un nuevo estado de Europa. Aunque diferimos en los caminos. El suyo precisamente no solo lleva a Cataluña fuera de España, sino también fuera de Europa, en realidad el caso catalán es junto al escoces el problema número uno de Europa, incluso por encima de la crisis económica, pues conlleva el peligro de cargarse el proyecto europeo.
Cataluña podría llegar a ser un nuevo estado de Europa, pero primero habría que consolidar una verdadera Unión Europea de estados federados. Es decir iguales entre si. Con una Constitución, un presidente y un gobierno único para todos.
Solo así se podría empezar a hablar de lo que se conoce como la Europa de los pueblos, y reorganizar la nueva nación en estados diferentes a los actuales. Con una Cataluña que incluyera al Rosellón frances, un estado bretón, flamenco, corso, sajón, lapón...etc.
El proyecto secesionista actual catalán es por antomasia antieuropeo. Lo que a las personas que no quieren mas fronteras les ha de parecer necesariamente mal. A los que les gustan las fronteras, los muros, las diferencias entre personas y los conflictos, armados o de otra clase. A esos si les ha de gustar el proyecto secesionista de Mas y Junqueras.
El caso es organizarse de la forma más eficaz para el mayor número de personas. Quitar fronteras, tener un orden, saber a qué atenerse, tener unas normas claras, beneficiosas para la mayoría y hacer que se cumplan… el resto es marear al personal, crear pasiones absurdas… Eficacia y decencia es a lo que se debería aspirar. Con o sin unidad, parece que ninguna de las dos son las que priman.
ResponderEliminarLa UE es una unión de Estados que han firmado un pacto. Como la zona Euro.
ResponderEliminarEl problema es que ya son 27 Estados en la UE y se ha visto que es ingobernable. O sea, admitieron muchos y muy rápido.
Por eso, no pueden aceptar más Estados. Y en España hay 17 de hecho. Porque si Cataluña se convierte en Estado, detrás irían los demás, no hay que engañarse.
La UE no aceptaría nunca integrar tantos Estados procedentes de España. Porque además, se pondría de moda y comenzarían las desintegraciones en otros Estados de la UE.
Resumiendo: lo que ha iniciado CIU es el final de la UE y de mala manera.