En los últimos años en el Prat se ha procedido a adaptar muchos pasos cebra y entadas a locales para evitar las barreras arquitectónicas a las personas con minusvalías o personas mayores en general. Esta práctica me parece no solo buena sin no imprescindible. Pero he comprobado pequeños errores en el control de las nuevas obras realizadas por particulares y empresas. El caso más reciente es el de la nueva entrada de la cervecera Damm. Como se puede apreciar en la foto, no han construido rampa para sillas de ruedas. Podríamos argumentar que esta a las afueras, pero personalmente he visto pasear a personas mayores con sus sillas de ruedas por sus acompañantes. Creo que si existe una normativa al respecto el consistorio debería hacerla respetar y su no crearla. Nos evitaríamos molestias y gastos posteriores por parte del Ayuntamiento.
Carlos Pastor
Si hubiese respeto, educación o humanidad simplemente, se facilitaría el acceso a cualquier lugar discapacitado sin que lo dictase ninguna normativa. Es como lo del tabaco, critican que se prohiba pero son poquísimas las personas fumadoras que, por propia iniciativa, evitan molestar a los demás con el humo.
ResponderEliminarMinusválidos somos todos, pues no sabemos como vamos a estar mañana.
Saludos y enhorabuena por este post!