Jornada de reflexión

Se acabo el ruido mediático, a las doce de la noche como cenicienta en su baile. Habrán cerrado el micrófono, apagado los teléfonos y retirado a sus viviendas familiares. Algunas suntuosas como la de Montilla valorada en varios millones de euros a nombre de su mujer.
Una sopita, un wiskito y un polvete rápido, aunque ya no les volverán a preguntar cuando fue la última vez que follaron hasta dentro de cuatro años. Consuela que haya periodistas peores que yo y encima con título.
Los que tenemos el voto decidido no necesitamos está jornada de reflexión, pero aun así reflexionamos. La campaña electoral ha sido todo un espectáculo, los catalanes han quedado retratados como obsesionados por el sexo. No nos engañemos es una maniobra de distracción. Todo sabemos cual es la verdadera obsesión catalana, la independencia.
Apenas se ha hablado del estatuto ni de economía. De economía porque todos saben que España va a la quiebra, la intervención del FMI y la UE está al caer. Nada será igual después de eso.
Y una de las condiciones mas importantes que van a poner los interventores internacionales va a ser la reforma del estado de las autonomías, su disolución total o parcial.
¿Van los catalanes a colaborar en el saneamiento de las finanzas españolas renunciando a su preciada autonomía? Ni de coña. Sobre todo si gana un partido como CiU. Al contrario se les va presentar una oportunidad de oro para forzar la independencia.
Yo esto lo veo inevitable, coherentemente no debería ni ir a votar, pero que quieres que les diga amigos, me gustan las causas perdidas. Así que como dije anteriormente votaré a uno de los dos partidos que tienen posibilidades de entrar al parlamento y se oponen a la independencia. El PP y Ciutadans.
Me decanto por Ciutadans que es mas de izquierdas, aunque en esta ocasión esto tiene poca importancia.