sábado, 29 de enero de 2011

¡Justicia para Couso!

Ayer, 28/1/11, Jon Sistiaga publicaba un artículo de opinión en El País sobre la muerte de José Couso. Sistiaga se encuentra en estos momentos en Bagdad, junto al magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y otros periodistas, con el fin de esclarecer las causas de la muerte del cámara televisivo tras las filtraciones de Wikileaks, en las que se acusaba directamente al gobierno estadounidense del ataque, y por otra parte, al gobierno español por haber accedido al chantaje y aceptar callar y pasar página.
La investigación no está siendo un camino de rosas, como era de esperar. Acabada la inspección de la habitación 1403, donde murió Couso y de la que Sistiaga aún guarda la llave, el magistrado y su séquito se dirigieron al puente desde el cual dispararon los americanos al cámara. Al parecer, los soldados iraquíes no habían sido avisados de la visita del juez y tras una discusión, aprobaron que tan sólo ocho de los miembros de la comisión de investigación pudieran apearse del vehículo en el que viajaban para así poder recoger las pruebas necesarias. Cuando el magistrado se dispuso a hacer  una fotografía desde el punto exacto desde el que se disparó a Couso para comprobar la visibilidad y determinar si fue un asesinato o un error, un soldado lo detuvo a base de gritos y propinándole un manotazo a la cámara. Así pues, a Pedraz no le quedó más remedio que tomar la fotografía veinte metros más atrás, pero aún así, expresó su satisfacción.
Ocho años después parece que por fin se empieza a ver la luz al final del túnel. Ojalá podamos saber qué pasó realmente aquel trágico 8 de abril de 2003, que a nadie le tiemble la mano y pueda haber esa utopía llamada justicia. Será difícil y seguramente los acusados, si es que los hay, serán los que llevaron a cabo una fatídica orden y no los que la dictaron, como siempre pasa. Qué bueno sería que Sistiaga pueda guardar algún día la llave de la habitación 1403 en un lugar más digno; será buena señal.

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Artículo de J. Sistiaga publicado el 28/1/11 en El País: http://www.elpais.com/articulo/espana/llave/1403/elpepuesp/20110128elpepunac_2/Tes

4 comentarios:

  1. Dando el pésame a su familia, en fin, me parece evidente que es el riesgo que corre un reportero en zona de guerra. Un tanque que era el primero de una avanzadilla y estaba ocupando un puente, en una situación peligrosa, dispara y después pregunta. Los que están dentro del tanque no saben si les apuntan con una cámara de fotos o con iluminador laser para marcar el objetivo a un misil.

    Si la guerra no fuera tan peligrosa, habría hasta excursiones preparadas turísticas para que la gente fuera a sacar fotos.

    Es evidente que el caso fue usado por el PSOE considerándolo elemento de desgaste y agitación contra el PP pero ahora que están en el poder, ya no les interesa porque saben de sobra lo que hay.

    Del hijo de Anguita, como iba con los americanos y fue muerto por un disparo iraquí, no dijeron ni pío.

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  2. Puede tratarse tanto de un error como de una acción criminal. Investigar para descubrir lo que ocurrió, o al menos para intentar descubrirlo, es lo más razonable. Debe intentarse que no queden crímenes impunes ni en las guerras... ya que tenemos tantas.
    ¡Saludos pacifistas!... aunque no esté muy bien visto el pacifismo.

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  3. Son casos diferentes. Claro que ser reportero de guerra tiene sus riesgos, pero en el caso de Couso hay mucho más. Todo el mundo sabía que en ese hotel estaban los periodistas y casi todos los medios aseguraron que la visibilidad era muy buena para distinguir, y más desde un tanque, una cámara de un arma. A los americanos no les interesaba la imagen que se estaba dando, ya callaron a la prensa durante otras guerras, pero con la de Irak les resultó imposible gracias al avance tecnológico de cámaras personales y a la labor de los periodistas internacionales. Si fue un error o fue un asesinato como siempre se ha pensado, tendrá que decidirlo el juez.

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  4. Igual no son casos distintos. No cabe duda que hubo una gran opacidad informativa en toda la guerra. Anguita pudo haber sufrido un "accidente" al ver los americanos de que palo iba.
    JV

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