Vergonzosa, lamentable, patética, incompetente, inútil supina. Todo calificativo es poco para esa gran calamidad que ha sucedido al gran Moratinos al frente del ministerio de exteriores.
Trinidad Jiménez, ni esta ni se le espera, mientras unas doscientos españoles estaban atrapados en Tripoli esperando que otra nulidad de embajador les sacara de aquel infierno. Ha sido imposible, han tenido que colarse en los atestados aviones, de Portugal, Italia, Turquía o Bulgaria. Apretujados en los pasillos. La solidaridad de esos países les han salvado de una mas que probable muerte.
Un asunto como este sería de forzada dimisión para la inútil de la ministra, sin embargo todavía tendremos tiempo que nos sorprenda desagradablemente con otros asunto que sencillamente le vienen grande
De acuerdo, yo también pido la dimisión de la inútil ministra, e insisto en que a Don Mohamed hay que echarle de Marruecos pero en patera.
ResponderEliminar¡Buen día, señores!