Toda persona es inocente hasta que se empeña en demostrar lo contrario. Tal es el caso del principe Al Walled Bin Talal. Acusado por una modelo española que fue drogada y violada en el yate del susodicho al que fue invitada para una fiesta.
El sujeto este, que es primo del rey de Árabia y uno de los árabes mas ricos del mundo. No contento con intentar zafarse de la justicia negandose a declarar, ha amenazado con mover sus influencias para impedir el acuerdo de contrucción del AVE, Medina-La Meca adjudicado a la empresa española TALGO. En cualquier otro país, sus pretensiones causarían risa, pero parece ser que podría lograrlo. Tal es el poder de la corrupción de esos sinverguenzas, dueños de los pozos de petroleo mundial. Recordemos que la peninsula arábiga es el destino principal de las mafias de trata de blancas. Aparte del tradicional desprecio musulman por la mujeres, a las que no considera humanas de ninguna de las maneras.
Nadie está a salvo del abuso y el chantaje de los árabes saudís, pero si este rufián se saliera con las suya, o sea que impidiera la construcción del AVE. (Queda completamente descartado que las autoridades españolas se rebajen ante este chantaje; Y desde luego tras estas declaraciones que claramente demuestran su culpabilidad, la INTERPOL ya debería de tener su ficha para deterlo allí donde se encuentre).
España debería pedir explicaciones al embajador saudí, y en su caso poner en cuarentena cualquier acuerdo comercial con ellos.
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